Los drones del Ejército sobrevuelan Galicia para prevenir incendios

Maite Rodríguez Vázquez
Maite Rodríguez A GUDIÑA / LA VOZ

GALICIA

Santi M. Amil

Este verano se utilizan por primera vez y permiten controlar más terreno

04 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La vigilancia de los montes gallegos, para combatir los incendios forestales, ya no depende solo del ojo humano. Patrullas de la Brilat (Brigada Infantería Ligera Galicia) están utilizando este verano por primera vez para sus misiones drones o aviones pilotados por control remoto para vigilar una mayor extensión del territorio autonómico dentro de la operación Centinela Gallego. Ayer, en un monte de A Gudiña, uno de los equipos de la Brilat mostró cómo trabajan con estos aviones, que les permiten abarcar una mayor superficie de terreno, con el objetivo de disuadir y prevenir fuegos forestales con una pronta detección.

El dron que están utilizando es del modelo Raven, ya probado en las misiones militares en Afganistán. El equipo de la Brilat se sitúa en el lugar en el que van a hacer volar el avión, instala la estación de control en tierra, una consola para pilotar el aparato y recibir imágenes, una antena para dar órdenes y recibir datos y un ordenador, en el que se ve la cartografía y las imágenes de navegación.

Antes de lanzarlo, realizarán un prevuelo para chequear que los datos introducidos de altitud y cartografía son correctos, si el avión responde a los controles y si el motor funciona correctamente y el voltaje de la batería es el necesario. «En diez o quince minutos ya puede volar con una autonomía de noventa minutos, tras lo cual aterriza, le cambiamos la batería y puede realizar otro vuelo», explica el sargento primero Salgado.

El cabo De Lima realiza el lanzamiento, manual, a contra viento y el dron comienza a volar. En una misión cotidiana, desaparecería de la vista. Puede alcanzar una altura de hasta 300 metros. Ayer sobrevoló los montes de A Gudiña, muy castigados por los incendios.

Es la Xunta quien decide en qué zonas se vigila. Hay 25 patrullas de la Brilat y del Tercio Norte de Infantería de Marina de la Armada disponibles para acudir aleatoriamente a 32 concellos de siete distritos forestales de A Coruña, Pontevedra y Ourense. Desde el inicio de la campaña, los drones han realizado 154 avistamientos, 66 de ellos de incendios, 58 de conatos y treinta de quemas de rastrojos. En la zona de A Gudiña controlada ayer se han detectado en esta campaña veinte incendios, doce conatos y dos quemas. «Los aviones no son la panacea, pero sí una herramienta que facilita el trabajo y el tiempo. Le estamos sacando rendimiento», explica el comandante Iglesias.

Desde tierra, el equipo militar sigue desde la consola y el ordenador los datos e imágenes que llegan de la cámara del avión. Dos operadores están en constante comunicación. La cámara, con dos túneles frontal y lateral, abarca primero grandes extensiones con un zum amplio y si detecta algo sospechoso vuelve sobre ello. El avión y la cámara envían coordenadas de la zona visualizada, por lo que si se detecta un conato o una quema es posible saber en qué punto se está iniciando la ignición para avisar a los servicios de extinción y a las fuerzas de seguridad, si se sospecha que fue una persona.

El fuego de la Serra do Larouco, extinguido ayer, consumió 3.180 hectáreas

La Consellería de Medio Rural e do Mar dio por extinguido ayer a las 11.20 horas el incendio forestal de la Serra do Larouco, que afectó a cuatro municipios del sur ourensano. Finalmente, la estimación de las hectáreas que calcinó este fuego fueron 3.180, la mayoría (2.432) de superficie rasa, pero también 748 de zonas arboladas. Se había iniciado el domingo a las 12.12 horas en la parroquia de Lucenza (Cualedro) y durante todos estos días ha habido equipos trabajando hasta su total extinción. Los medios que movilizó la consellería en este fuego fueron tres técnicos, 49 agentes forestales, 108 brigadas, 47 motobombas, ocho palas, once helicópteros y nueve aviones. A los medios autonómicos se sumaron los que aportó la Unidad Militar de Emergencias. El Comité de Defensa do Monte Galego en Ourense calculó en 50 millones las pérdidas por este incendio.