Vence: «O Bloque sacrificou as siglas en favor da unidade; Podemos non o fixo»

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

SANDRA ALONSO

El líder del BNG reconoce que no hay vías de diálogo con el partido de Pablo Iglesias

26 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las negociaciones abiertas entre el nacionalismo gallego y la izquierda para acudir bajo una candidatura unitaria a las próximas elecciones generales se mantienen muy frías en los dos polos llamados a confluir: el BNG y Podemos. El portavoz nacional del Bloque, Xavier Vence, reconoció ayer que no mantuvo contacto alguno con la dirección del partido morado con la finalidad de explorar la posible alianza política, pero se apresuró a dejar claro que si se frustra la lista unitaria gallega no va a ser por culpa del BNG, que «sacrificou as súas siglas en favor da unidade, e Podemos non o fixo», puntualizó.

En una conversación telefónica mantenida con La Voz desde el extranjero, Xavier Vence puso de relieve que había quien pedía que el BNG «non puxera as súas siglas por diante, e non as puxo». Había -agregó- quien no quería exclusiones a priori para facilitar la convergencia, y no se pusieron, pero entiende Vence que lo que no se le puede pedir al nacionalismo ni al Bloque es que renuncien a ser nacionalistas para tratar a Galicia como una mera «sucursal» de una fuerza estatal.

«Se Podemos asume que Galicia é unha nación, que pode conformar una candidatura plural e unitaria para traballar como un grupo propio nas Cortes», puntualiza Vence, entonces no habrá «ningún problema» para confluir con el partido de Pablo Iglesias Turrión.

El número uno del BNG también valoró que el momento político es más propicio que nunca para la unidad. Considera que la legislatura que se abrirá tras las próximas elecciones generales «pode ser unha lexislatura constituínte», en la que se modifique el marco constitucional, «e por iso cremos que Galicia debe ter un grupo parlamentar forte que sexa quen de negociar o seu novo estatus».

El «punto fulcral»

Insistió Vence en que no se pueden perder de vista los cambios que hay en el horizonte, y anticipó «toda a xenerosidade» del Bloque para facilitar la unidad. Ahora bien, remarcó que el «punto fulcral» para preservar la unidad es que se consiga «unha candidatura galega e que non estea supeditada a outro grupo parlamentario».

Es decir, que si Podemos quiere ir de la mano con los nacionalistas gallegos, interpretan en el BNG, lo que tiene que hacer es poner fin a su propósito de que de la futura candidatura se llame «Podemos + otra cosa» o «Otra cosa + Podemos». El Bloque ve en esta estrategia un intento claro del partido de Iglesias Turrión para capitalizar los resultados en Galicia el día después de las elecciones y para someter la representación gallega al dictado del grupo de Podemos en las Cortes.

Y lo cierto es que las sospechas del BNG sobre la instrumentalización de la candidatura por parte de Podemos fueron confirmadas en los últimos días por varios dirigentes de este partido, desde Íñigo Errejón hasta Pablo Iglesias, pasando por Carolina Bescansa. Uno tras otro insistieron en poner por delante el nombre de Podemos para la lista, independientemente del orden, a la vez que descartaron cualquier posibilidad de que la representación gallega pueda actuar como grupo propio: «No vamos a acabar con los desahucios o el fraude fiscal con grupo parlamentario», advirtió el lunes Iglesias, desdeñando este punto.

Ambos puntos atentan frontalmente contra las conclusiones del Banquete de Conxo 2.0, donde cientos de personas, muchas adscritas a formaciones como el BNG, la CIG, CC.OO., Cerna, Anova, Compromiso por Galicia, Partido Galeguista o Coalición Galega, apostaron de forma nítida por conformar un «grupo parlamentario galego soberano».

Queda ahora por ver si Podemos cede a algunos de sus planteamientos para engrasar mejor una posible alianza electoral con Esquerda Unida, las mareas locales y Anova, que son las fuerzas más proclives a pactar con Iglesias, sin que a la candidatura resultante le cuelguen la etiqueta de sucursalista que parecer tener preparada el BNG por si hay que usarla en campaña.