Un año de la aparición estelar del pequeño Nicolás en Ribadeo

Pablo González
Pablo González REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

XAIME RAMALLAL

El restaurante a donde supuestamente acudiría el rey, un suceso previo a la popularidad del joven madrileño, es ahora un reclamo para selfies

12 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Aquel día la cita era con el presidente de Alsa, Jorge Cosmen, en el restaurante San Miguel, en el puerto deportivo de Ribadeo. La reserva se hizo por vía telefónica, sin más. Más tarde, al restaurante llegó el rumor de que el rey se uniría a las dos personas que comerían marisco y pescado en este conocido local hostelero de A Mariña lucense. El gerente del local y jefe de cocina, José Ramón Rodríguez, comenta un año después que fueron ellos los que decidieron establecer un cordón de seguridad en torno a los egregios visitantes, así que no reservaron las mesas circundantes para garantizar la intimidad del encuentro. A día de hoy José Ramón desconoce de dónde partió el aviso de que el rey acudiría al encuentro. «No tengo ni idea», dice. Pero el monarca nunca llegó. Fue todo un poco como la película Bienvenido Mister Marshall.

¿Supuso todo aquello más publicidad para el negocio? José Ramón relata que trajo más problemas que ventajas. «No solo nos dedicamos a los turistas, también a la empresa. Y para los empresarios es muy importante la discreción. Lo que sí veo es que mucha gente viene y se hace fotos frente al local o fotografía el cartel», comenta, después de contar que tuvo que disponer de una cierta asesoría en comunicación para sortear el acoso de algunas televisiones.

El pequeño Nicolás llegó a Ribadeo en cuatro vehículos de alta gama alquilados. Uno de ellos lo conducía el cabo de la Policía Local de Madrid Jorge Hormigos, y la Justicia aún investiga quiénes eran los otros tres conductores y las tres personas que tenían el papel de guardaespaldas en una película que podría firmar el gran Berlanga. De hecho, un sindicato policial del cuerpo municipal madrileño destacaba hace unos meses que la réplica de dispositivo de seguridad que montaron era de libro. Muy profesional, como diría Manquiña. En un autovídeo que salió a la luz después de la detención del joven madrileño se ve la sirena sobre el salpicadero del Audi. La cámara gira lentamente hasta que aparece el joven con una camisa azul, sin corbata. Parece que quiere sonreír. Pero se lo piensa y muestra un semblante serio. Al ver el puente de los Santos, uno de sus acompañantes dice: «Qué bonito, vaya vistas». Puede verse un coche de la policía local encabezando la comitiva.

La visita del alcalde

El alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez, detalló en su momento -fue imposible localizarlo para hablar del asunto- que dos días antes de la ya famosa cena alguien llamó a la Policía Local en nombre del Gobierno de España para informar de que alguien muy importante de la Casa Real llegaría a Ribadeo, por lo que solicitaban servicios de escolta. «Nunca nos llegaron a decir quién era», dijo a una cadena de televisión. Cuando el pequeño Nicolás ya estaba en la localidad, encargó a sus policías que llamaran a la comitiva para ver si podía acercarse a saludarlos. El alcalde llega al restaurante, ya vigilado por guardaespaldas «no sé si reales o figurados», pero sí con el semblante serio y poco amigable que suelen tener los reales. Se acercó a la mesa donde departían el pequeño Nicolás y el presidente de la empresa de transporte asturiana y conversaron un rato sobre Ribadeo. Francisco Nicolás se mostró siempre «muy amable y cortés». Esta descripción coincide con la del dueño del local, que asegura que el joven era «muy educado y correcto», un arma que parece infalible para los oscuros objetivos que tenía para aquella cita. A día de hoy aún son un misterio.

«Llamada» de la vicepresidenta

Mientras hablaban, uno de sus acompañantes le acerca un teléfono móvil. «Disculpe, alcalde, que tengo una llamada muy importante». Francisco Nicolás se levanta y dice:

-Dígame, señora vicepresidenta.

«Yo creo que esto no lo hacía para impresionarme a mí, sino al empresario con el que estaba», dijo con rigurosa modestia el alcalde en el programa de Ana Rosa Quintana, en Tele 5. En esa entrevista el alcalde admite cierta «ingenuidad» al dar escolta a esta comitiva. Por supuesto, al regidor de Ribadeo le sorprendió la juventud del supuesto enlace gubernamental. Francisco Nicolás solo tiene 21 años.

Este suceso aún está siendo investigado por la Justicia. El propietario del restaurante declaró en julio ante una comisión judicial que se acercó a Ribadeo. También el empresario asturiano ha prestado declaración. A pesar de que todo parece una réplica posmoderna de La escopeta nacional, el asunto es muy serio.

Dos meses después sería detenido

Apenas dos meses después de su paso por Ribadeo, Francisco Nicolás Gómez fue detenido en el centro de Madrid por un grupo de policías que él asume que eran de Asuntos Internos. Fue acusado de falsedad documental, estafa y usurpación de funciones públicas. Más tarde le imputaron cargos como revelación de secretos y cohecho. Cuando salió en libertad, empezó su paseíllo por las televisiones, donde aseguraba haber realizado misiones para el Centro Nacional de Inteligencia. En una de esas entrevistas aseguró que lo que ocurrió en Ribadeo «frustró lo que iba a hacer en Ribadumia», dijo, en referencia al lugar donde veranea Rajoy.