La edad de la maternidad en Galicia supera la de todos los países de la UE

Alfonso Andrade Lago
alfonso andrade REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Las madres gallegas dan a luz tres años más tarde que la media europea

26 may 2015 . Actualizado a las 15:26 h.

El informe publicado por Eurostat sobre la edad a la que las madres de la Unión Europea dan a luz a su primer hijo coloca a España en el furgón de cola y ubica a Galicia en la última esquina de ese furgón. Las gallegas tienen su primer vástago a los 31,2 años, mientras que la media de la UE está en 28,7. Es decir, que paren casi tres años más tarde que ellas y uno después que el conjunto de las españolas (30,4).

Los responsables de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat) de la Comisión Europea se escandalizan de que el 40,6 % de las mujeres de la UE tengan hijos por encima de la treintena, con las madres españolas, suizas e italianas cerrando la lista como las únicas cuya media de edad en el primero sobrepasa los 30. Bulgaria y Rumanía constituyen el ejemplo contrario.

Los expertos de la Comisión Europea vinculan la avanzada edad de la maternidad en varios países a diversas cuestiones, entre las que destacan «el descenso de la natalidad, la crisis económica y las dificultades de conciliación de la mujer trabajadora».

Espectacular progresión

Galicia (31,2) y el País Vasco (31,6) son las comunidades españolas con una maternidad más tardía, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La cifra contrasta con los 29,4 años de Murcia, la autonomía más prematura de España y que, con todo, continúa casi un punto por encima de la media continental.

La progresión de la edad del parto es muy llamativa en Galicia. Los 31,2 años del 2013 eran 29,4 diez años antes, y 24,8 en 1983. Es decir, que las gallegas de hoy traen al mundo a su primer hijo ¡seis años más tarde que hace 30!

Una de las claves que aportan los especialistas en demografía para explicar esta evolución son las dificultades que las mujeres se han encontrado durante ese tiempo para su incorporación al mercado laboral, con una repercusión directa sobre el número de hijos y la edad del primer parto. «Feminizar los procedimientos de entrada y ascenso profesionales resulta clave a día de hoy para ayudar a rejuvenecer a nuestras futuras madres y minorar el desplome de la natalidad», asegura Manuel Blanco Desar.