«Podría faltar más dinero, porque Castiñeiras era quien lo contaba»

xosé manuel cambeiro LA VOZ / SANTIAGO

GALICIA

SANDRA ALONSO

Afirma que, más que divisiones, el caso suscitó «mucho sufrimiento»

20 feb 2015 . Actualizado a las 10:36 h.

El deán de la Catedral de Santiago, Segundo Pérez, respira más tranquilo y cree que el caso del robo del Códice y del dinero ha sido «una mala pesadilla».

-¿Asimilan la sentencia?

-La sentencia tiene muchos aspectos técnicos que no comprendo, pero en conjunto me parece modélica. Sin embargo, al Cabildo le gustaría que este hecho no suscitara tanto sufrimiento a esa familia y a las personas implicadas en todo este asunto.

-La Catedral es más conocida que nunca merced al Códice.

- La Catedral es una referencia en el mundo entero. Cuando vino el Papa, la primera vez, me escribió un alumno mío desde Tailandia contándome la emoción de aquellos cristianos al ver el abrazo del Papa al Apóstol. Tal vez ahora es más conocida por un hecho profundamente negativo que no ha favorecido a nadie.

-¿Originó este proceso divisiones y desconfianzas en el Cabildo?

-Pienso que más que divisiones o conflictos suscitó mucho sufrimiento. Desde que soy Deán he escuchado a todos y observé que se sentían impotentes ante acusaciones que no tenían fundamento alguno, y la mayoría de los canónigos no estaban al tanto de lo que había sucedido. Pienso que hoy estamos unidos y mirando con esperanza el futuro. Todo esto es como una mala pesadilla.

-Un tanto caótica la gestión de la Catedral, todos con llaves.

- No era tal el desorden, la prueba está en los vídeos que posibilitaron inculpar al electricista. Había una confianza en las personas que resultó dañada por la falta de honestidad de alguno. Si no nos fiamos de las personas la convivencia humana es imposible. El acceso a puntos neurálgicos lo siguen teniendo hombres y mujeres laicos que desempeñan trabajos en esos espacios.

-¿Cómo reaccionó el arzobispo?

- Todavía no hablé detenidamente con él, pero creo que tiene hondo pesar por la situación personal y familiar del electricista.

-¿Hubo temores ante las amenazas de revelaciones escabrosas?

- De ese tema no se habló entre nosotros y la gran mayoría de los capitulares estaban muy tranquilos en ese sentido. Supongo que alguna persona sí estaría preocupada por las cosas que pudiesen salir a relucir.

-¿Se le va a requerir hasta el último céntimo a Castiñeiras?

- Se reclamará lo que sea pertinente. Y no sería extraño que aún no estuviese todo, ya que desde antes del año 1980 este señor era quien le contaba el dinero al administrador de entonces, que era muy corto de vista, por lo que el dinero comenzó a sustraerse hace más de treinta años. Pero el Cabildo no quiere más líos.

-¿Puede ya dormir tranquilo?

- Nunca se sabe. En la Biblioteca Nacional y en los museos más famosos del mundo hay robos, y ya no digamos en empresas públicas y privadas. Los medidas se han reforzado después del robo y el control del dinero por parte del Administrador General. Resulta muy difícil que algo así se repita. Esto ha llevado a subir ostensiblemente los gastos ordinarios de la Catedral. Por ejemplo, la seguridad sube de trescientos mil euros anuales y reciben nóminas más de cincuenta personas. Por otra parte las colectas de la misa y cepillos han descendido de forma palpable. Afecta la crisis pero, sin duda, este tema ha influido muy negativamente.