El banco desahucia al creador de Podemos en Ponteareas

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera PONTEAREAS / LA VOZ

GALICIA

José María Fernández en su vivienda familiar de Arnoso, en Ponteareas.
José María Fernández en su vivienda familiar de Arnoso, en Ponteareas. m. moralejo< / span>

Recibe una ayuda social y el banco le envía una carta exigiéndole el pago inmediato de 251.074 euros por su casa

15 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Sobre la mesa de su salón reposa un libro acerca de Pablo Iglesias. Le han enviado un ultimátum de ejecución hipotecaria. El pasado día 16 de octubre el banco remitió una carta a José María Fernández Alonso, creador del círculo de Podemos en Ponteareas, instándole a abonar inmediatamente 251.074 euros con 39 céntimos si no quiere perder su casa. Pero no tiene un duro.

José María Fernández, de 40 años, vive con su mujer, Marta Louzao, en una vivienda unifamiliar de 121 metros cuadrados en la parroquia de Arnoso de Ponteareas. La hija de José María pasa temporadas con ellos.

Fernández, que siempre fue votante socialista, ha sido uno de los creadores del círculo de Podemos en Ponteareas. En su lucha por mantener su hogar ha recibido el apoyo de toda la corporación. La concejala socialista María Jesús Garrote se ha preocupado especialmente por la familia.

Perdieron sus trabajos en un lapso de quince días. Ambos están en paro desde mayo del 2012 y viven con una ayuda social inferior a los 400 euros. De momento han logrado parar el desahucio pidiendo a la Justicia un abogado de oficio.

La pareja gozaba antes de la crisis de una buena situación profesional y económica. Marta Louzao es técnico superior en Acuicultura y estuvo trabajando en el acuario de Madrid. José María Fernández Alonso, natural de la parroquia viguesa de Coruxo, era comercial de éxito en una empresa de equipamiento de oficinas. «Vendía a la Xunta, al INEM, al Sergas.... Solo en un año yo solo facturé 250.000 euros», cuenta José María.

Con unos ingresos conjuntos cercanos a los tres mil euros mensuales se embarcaron en una hipoteca con la antigua caja de ahorros de Vigo. Era el año 2008. Todo fueron facilidades. Pidieron 256.000 euros y tenía que pagar una cuota de 1.300 euros al mes.

Pero al año de haber suscrito la hipoteca se dieron cuenta de un detalle en la letra pequeña, sufrían una cláusula suelo del 4,75 %. Así aunque el euríbor iba bajando, su hipoteca apenas lo notaba. «Le hemos pedido muchas veces a nuestra oficina del banco que nos eliminase esta cláusula, pero no han hecho caso». Han presentado una demanda junto con Adicae pero todavía no hay resolución judicial a este litigio colectivo. Mientras, el tiempo juega en su contra y aunque todo Ponteareas les respalda, el banco no se ablanda.