Más de 300 gitanos dejan Galicia por el destierro de cuatro

La Voz TUI / LA VOZ

GALICIA

Un conflicto interno relacionado con la venta ambulante desata un éxodo sin precedentes en O Porriño y Tui

09 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El destierro de cuatro familias gitanas de O Porriño y Tui ha provocado un éxodo sin precedentes en Galicia. Algo más de 300 personas, entre ellas un centenar de niños menores de edad, se echaron ayer a la carretera con sus pertenencias metidas en coches y furgonetas. «Nos vamos porque estamos atemorizados, pero con mucha dignidad», insistían los más veteranos.

El escenario de la despedida fue el barrio Torneiros III, donde residían la mayor parte de los porriñeses y a donde se desplazaron también los de Tui para emprender juntos la marcha. El trajín de bolsas y cajas fue constante durante la mañana, pero nadie quiso hablar. A las 15.15 horas se rompió el silencio. «Cuatro familias han sido desterradas por defender al pueblo y los demás nos vamos en solidaridad con ellos», explicó uno de los varones. La calle en la que poco antes no había nadie se llenó y vació de nuevo en quince minutos.

Otros vecinos de la zona acudieron a la despedida. Mientras las mujeres y niños se fundían en abrazos con sus amigas, los hombres aceptaron hacer algunas declaraciones. Sin nombres, y fuera de cámara. «El conflicto real es porque queríamos trabajar sin estar en la cooperativa de la familia de los Morones; se nombraron a cuatro representantes de las cien familias pero los desterraron. Nosotros debemos irnos con ellos», aseguró un nutrido grupo de varones. «No nos marchamos porque nos echen, si no porque echan a los cuatro que nos han defendido», insistían.

La de ayer fue una de las pocas veces en las zamoranos o castellanos, acceden a hablar sobre un tema interno. Lo hicieron en una calle flanqueada por la Guardia Civil y mientras ponían pies en polvorosa. «Ya hubo otro enfrentamiento en la etnia gitana gallega, el último en el 2010 pero nunca nada tan grave como esto», aseguraron.

Confían en poder volver

«Solo queremos vivir tranquilos y trabajar. Si nos quedamos aquí, tenemos que dormir con un ojo abierto y otro cerrado», afirmó uno de los de mayor edad. Numerosos medios de comunicación acompañaron la estampida pero muchas de sus preguntas quedaron sin más respuesta que miradas de desesperación y tristeza.

«Nosotros no podemos denunciar a nadie ante la policía, no se puede por miedo, pero confiamos en que se haga justicia», manifestaron. Los hombres de las familias que ayer abandonaron Galicia mostraron su ilusión por poder regresar a sus casas. «Porque aquí hemos nacido y crecido muchos de nosotros, hay cien niños porriñeses y tudenses que hoy se tienen que marchar por miedo, y eso no se debe olvidar», insistían.

Sobre ese ansiado regreso explican que solo es posible de una forma. «Confiamos en volver porque somos hombres de paz. Esperamos que el rey de los gitanos nos llame y nos diga que se hizo justicia, para poder volver», manifestaron. Agradecieron los apoyos recibidos de sus amigos y compañeros y mostraron su pesadumbre «porque la policía, la Xunta o Subdelegación del Gobierno no haya actuado de oficio».

«Hemos esperado todo lo que pudimos, pero al no poder salir a trabajar durante las últimas semanas, hemos tenido que ir a pedir alimentos al Concello para nuestras familias, y no queremos vivir de la beneficencia», señalaron los afectados. El presidente de la asociación de ambulantes de Galicia, Francisco Romero Alvite acompañó a las familias. «Su única opción es escapar. Hace un año que llevamos pidiendo que intervenga la policía; ni siquiera se ha autorizado que fiscalicen los mercadillos para que no surjan problemas», dijo.

«Nos vemos en Zamora», fue la despedida de la última familia que abandonó el lugar. La caravana partió a las 15.30 horas. Al alcanzar Zamora, se dividiría hacia Valladolid, Castellón y Santander, sus próximos destinos.