El San Ramón de Boiro empieza como el rosario de la aurora

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

GALICIA

La mesa de madera de la peña Cuco en el monte de San Ramón apareció destrozada.
La mesa de madera de la peña Cuco en el monte de San Ramón apareció destrozada. dani gestoso< / span>

Destrozan una mesa con una motosierra tras un enfrentamiento por un sitio en la romería

31 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La romería del San Ramón de Bealo, que se celebra hoy en el municipio coruñés de Boiro, no es una fiesta cualquiera. Muestra de ello es que desde hace un par de semanas están colgadas de los árboles cintas de plástico de todo tipo reservando los espacios en los que, hoy, familias y pandillas de amigos disfrutarán de una comida campestre. Pero tanta premura por coger sitio no está exenta de problemas, y el viernes se produjo el primer encontronazo porque alguien ocupó una mesa que tenía nombre. La víctima colateral del altercado fue el propio tablero, que ayer amaneció convertido en astillas.

Resulta que la mesa en cuestión la colocaron en su sitio los integrantes de una pandilla de Boiro, la peña O Cuco, hace años, y cada 31 de agosto la ocuparon sin problema para la romería. Pero como está en un espacio público, este verano hubo quien llegó antes y consideró que podía agenciarse ese espacio sin el mayor problema. Error. En cuanto los «propietarios» de la mesa se percataron de que se habían quedado sin sitio se armó el belén. Hubo palabras mayores, hay quien dice que hasta amenazas, y lo que prometía ser una apacible jornada de preparativos acabó enturbiado.

Sin comida

La pelea no fue a más porque los integrantes de la peña O Cuco decidieron dejar estar el asunto: «Por non ter follóns xa non imos ir comer á romaría, pero a mesa é nosa, puxémola nós hai 25 ou 30 anos», explicaba uno de sus miembros. Así que, este año, el San Ramón se quedará sin una nutrida pandilla que durante cerca de tres décadas ha permanecido fiel a la cita en el monte de Bealo. Irán a comer a otro sitio porque «nos botaron de alí».

Mientras, la comisión de fiestas se queja de que se reserven espacios con tanta antelación porque los roces son inevitables.

Lo que nadie ha logrado dilucidar todavía es quién fue el autor del atentado a la mesa de madera, cometido con nocturnidad y alevosía. Una motosierra convirtió en pedazos el tablero que ahora no podrá disfrutar ni la peña O Cuco ni nadie.