Revictimización

Miguel A. García

GALICIA

20 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La evolución del sufrimiento de los supervivientes del accidente del Alvia podía verse complicada por cuestiones relacionadas con el conocimiento y responsabilidad sobre la causa. Esta inicial preocupación se fundamentaba en una concepción psicosocial del efecto psíquico del desastre, para la cual los comportamientos de la sociedad (medios de comunicación, expresiones de solidaridad, acciones institucionales del Gobierno y la Justicia, eficacia de la respuesta de protección, rituales de homenaje y recuerdo, etcétera) actúan favoreciendo o dificultando los procesos de duelo individuales y familiares.

Causado el daño primario, se trataba de prevenir en la dimensión psicológica el evitable, el secundario. Dada la pérdida, había que ayudar o, cuando menos, no entorpecer el duelo. Y ya que el sufrimiento era de tal magnitud deberían transformarse en algo útil para otros en el futuro (evitar la repetición), para que aquello que no tenía sentido para el doliente lo encontrara dotándose de un significado valioso que ayudara a seguir viviendo con lo perdido.

Los supervivientes de catástrofes, más aun cuando son de causa humana, necesitan cuidados sanitarios y seguridad, reconocimiento de la injusticia sufrida, reparación material y simbólica conforme a los usos y normas sociales, y vivencia de utilidad de su dolor y experiencia.

Entorpecen su proceso de duelo, y prolongan su sufrimiento y la ocupación crónica de sus vidas por el acontecimiento traumático, los obstáculos al conocimiento de causas y responsables, la percepción de desprotección por las instituciones, la manipulación política, mediática o profesional, y la ausencia de reparación material y simbólica. Los supervivientes del Alvia sufren un proceso de revictimización, agravado estos días por la insensibilidad que muestran los autohomenajes (celebraciones al fin y al cabo) previstos para el día del aniversario de la tragedia.

Miguel A. García es psicólogo clínico