«Voy de Santiago a Uxes en tren y ahorro once euros por viaje»

Alfonso Andrade Lago
a. andrade REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

Desciende en el apeadero y completa el trayecto hasta su trabajo en coche

11 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Jueves. Nueve y cuarto de la mañana. El apeadero de Uxes (Arteixo) es como el de una película del oeste. El andén está desierto, ulula el viento y parece que en cualquier momento sonará el famoso silbidito de Morricone. El media distancia de Renfe se acerca perezoso y se detiene en medio de la nada. Cuando arranca y se va, el último vagón desvela a una inesperada pasajera. No lleva sombrero de ala, pero sí botas de montar. Se llama Ainhoa y trabaja en una hípica, el Club de Campo As Mariñas, de la vecina Culleredo.

«Voy de Santiago a Uxes en tren y ahorro unos once euros por viaje -explica sorprendida por la presencia de otra persona en la vía-. El billete de ida y vuelta me cuesta 9 y en coche gasto unos 20». Después la vienen a buscar «en coche» para completar el trayecto, porque la hípica está cerca. Realiza este recorrido «tres veces por semana» y se le hace «muy corto leyendo o escuchando música».

Desde Santiago viaja también a Uxes Alejandro, empleado de Inditex en el polígono de Sabón. «Como voy a diario ahorro unos 450 euros al mes porque pago 150 del bono y en coche me gastaría 600». A pie de estación le aguarda un viejo automóvil en el que completa el trayecto entre el apeadero y el polígono. Por la tarde realiza el recorrido inverso.

Sucesivas visitas a Uxes la semana pasada sirvieron para constatar que casi nadie usa el tren para ir a trabajar a A Coruña desde este apeadero pese a la proximidad de varias zonas residenciales. Una ojeada al horario colgado junto a las vías revela por qué: para desplazarse hasta la ciudad pasan trenes a las 7.21 y a las 9.15 de la mañana, lo que parece interesante, pero por la tarde solo es posible regresar a las 19.18. No hay otra opción, y esto hace picadillo cualquier atisbo de operatividad.

«Sí, hay pocos trenes -afirma Ainhoa-. Un día perdí el de las siete y tuve que ir hasta A Coruña a coger otro porque aquí ya no paran más».

ainhoa leis hípica as mariñas (culleredo)