El rey de los gitanos asegura que su asaltante «venía muy bebido»
06 may 2014 . Actualizado a las 14:33 h.Olegario Giménez Morón, conocido como el rey de los gitanos, asistió ayer desde la distancia a la concentración en su apoyo convocada por diversos colectivos gitanos de la provincia de Pontevedra. Giménez Morón no se llegó a bajar del coche, pero estuvo al lado de su familia y del resto de las personas que lo apoyaban tras el ataque sufrido en su vivienda de la parroquia de Amorín, en Tomiño.
Al término de la concentración, Olegario Giménez aseguró que el pasado día 29 llegaron a su casa un guarda forestal, de iniciales A.?P., y otra persona, que resultó ser el brigada de la Guardia Civil José Pérez.
El rey de los gitanos aseguró ayer: «Al forestal lo conocía porque había venido un par de veces a mi casa». En esta ocasión se personó en la vivienda con el guardia civil. Según su versión, «vinieron sobre las dos y media de la tarde y estuvieron media hora. El guardia venía muy bebido y llevaba la pistola en la chaqueta. Sacó el arma y me apuntó exigiéndome 40.000 euros. Como me negué fue bajando: primero a veinte mil, y así fue disminuyendo hasta pedirme solo cinco mil». Olegario relata que llegó uno de sus hijos y «desarmó al guardia pinchándole en la mano con un cuchillo de cocina». El rey de los gitanos dice que no sabe por qué le exigieron esa cantidad de dinero. Insiste en que no había visto nunca al brigada y que no tenía deudas con él ni con el guarda forestal.
La autodenominada casa real gitana, con sede en Vigo, ha dicho que los abogados de Olegario Giménez «recurrirán por los cauces legales contra la puesta en libertad de las personas implicadas en el intento de asesinato del rey de los gitanos, ya que no estamos de acuerdo con esta resolución». El colectivo gitano ha añadido que «creemos en la Justicia y muy especialmente en las medidas disciplinarias de régimen interno que pueda llevar a cabo la propia Guardia Civil».