Defensa da marcha atrás en su decisión de continuar con la transición hacia una uniformidad árida por el alto coste que está suponiendo
10 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Los nuevos uniformes áridos en la Brilat apenas han durado dos años. El Ministerio de Defensa tiene intención de que los soldados pontevedreses retornen, en el período más breve posible, a lucir el tradicional verde en sus prendas de vestir.
Las razones para frenar este cambio, impulsado por el gabinete de Pedro Morenés, no son otras que las económicas. De hecho, es algo que ya recoge el boletín del Ejército de Tierra en el que se alude, además de al fin de la misión de Afganistán, «al elevado coste que supondría la transición a este color -al árido- de todo el armamento, vehículos, equipo complementario, material de campamento...».
Así, la intención de Defensa es empezar a distribuir el nuevo uniforme boscoso de patrón pixelado, en un primer momento, entre las unidades de la Fuerza Terrestre -entre las que está la Brilat-, de la Fuerza Logística Operativa y entre el personal del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad.
Los recortes que ya se perciben en el seno de las Fuerzas Armadas han llevado a los mandos militares a trasladar a los soldados pontevedreses la necesidad de que, en todo caso, conserven un equipo de tonos áridos. En este sentido, se afirma que, en un futuro, podría considerarse más adecuado que el boscoso en determinados escenarios de intervención. A este respecto añaden que, «dado el corto plazo de tiempo que en determinados ocasiones se fija para el despliegue de las unidades, no sería posible volver a dotarlas de toda la equipación».
Esta decisión provocará, por otro lado, que lleguen a coexistir en una misma unidad de la Brilat hasta tres uniformes distintos. Por un lado, el mimetizado boscoso antiguo, el pixelado árido y el pixelado boscoso que se pretende impulsar ahora. Esta suerte de cacofonía de colores podría mantenerse hasta comienzos del 2017, toda vez que Defensa prevé que se agoten las existencias del actual uniforme en diciembre del 2016.
Y para añadir más lío a la cuestión, el Ejército de Tierra ha considerado oportuno que determinadas unidades militares no completen esta nueva transición. En concreto, se alude al caso del Mando de Canarias, donde se ha estimado conveniente mantener unos tonos más acordes con «el paisaje predominante en las islas».
Asimismo, los militares de la Brilat volverán a vestir de árido cuando se desplacen a Mali, una misión que, según dejó entrever el nuevo general jefe de la brigada, Luis Cebrián Carbonell, podría haberse aplazado unos meses. En concreto, precisó que desconocía «cuándo va a suceder», pero apuntó que no sería extraño que se produjera hacia finales del 2014.
En cuanto al diseño de los uniformes boscosos, estos se diferencian de los que se empleaban hasta el 2011 en la confección. Y es que las fuentes consultadas reconocieron que apenas hay diferencias en los tejidos con los que se confeccionaban unos y otros. Eso sí, como ya ocurría con los áridos, toda clase de broches y cremalleras han sido sustituidos por botones y velcros.
Y, a modo de curiosidad, se ha modificado la inclinación de los bolsillos tanto de las camisolas como de los pantalones.