Descubren varias trampas mortales de acero en montes de Oia y Baiona

Monica Torres
mónica torres OIA / LA VOZ

GALICIA

En Facebook se difundieron imágenes de casos fuera de Galicia.
En Facebook se difundieron imágenes de casos fuera de Galicia.

Ciclistas y motoristas alertan de la localización de cables atados entre dos pinos a 1,40 metros de altura

12 nov 2013 . Actualizado a las 15:41 h.

Varios ciclistas de montaña, motoristas y usuarios de quads han dado la alerta sobre la siniestra aparición en varios puntos de O Val Miñor y O Baixo Miño de verdaderas trampas para cualquier ser humano. Se trata de cables de acero, similares a los que se usan en los viñedos pero colocados entre dos pinos, a una altura de unos 1,40 metros y localizados en pistas y caminos. El agente forestal de zona, Antonio Pimentel, explicó ayer que «sí se ha confirmado que se colocaron algunas y hemos recibido varias denuncias». El experto, con un cuarto siglo de veteranía, advierte no solo de la obvia ilegalidad de la práctica, sino del potencial peligro para cualquier ser humano, ya que el cable puede provocar consecuencias mortales. Pimentel indicó que «la situación se notifica al Seprona para actuar y solicitar su colaboración». «Hoy mismo haremos un recorrido por la zona para saber si aún queda alguna de estas trampas», avanzó. El riesgo es evidente, pero, aunque de antemano se tacha de «bárbaro o desaprensivo» al autor de estos hechos, también podría tratarse de una irresponsabilidad. «Varios ganaderos nos han dicho que sí se toparon con estos alambres, pero que debió ser alguien que pretendía cortar con ellos el paso del ganado a las fincas», traslada el agente.

La práctica es macabra en cualquier de los casos. Isaac Rodríguez, de la tienda Sport Pasion, de Vigo, subió hace unos días al Facebook del negocio unas imágenes que encontró en Internet. «No son de esta zona, estaban colgadas en otro perfil que ponía policía, pero son como las que varios usuarios nos alertaron, las colgamos para avisar». «Algún conocido se topó con ellos y nos informó de que los había cortado; subimos las fotos a raíz de que nos avisaron de lo que estaba pasando aquí», indica. En A Guarda, el ciclista Eduardo García señala que también conoce casos. «Hay alguien que está haciendo esta barbaridad sin motivos aparentes». Carlos Alonso, del Club de Ciclismo Oiense, asegura que «nadie del club ha visto ninguno, ni yo que anduve la semana pasada por allí; si los hay, que digan dónde».