La renuncia de un diputado abre una brecha en AGE

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La número dos por Ourense, Carmen Iglesias (EU-IU), se salta un pacto para que Anova ocupe el escaño

23 oct 2013 . Actualizado a las 09:26 h.

El único diputado de Alternativa Galega de Esquerda (AGE) por la provincia de Ourense, David Fernández Calviño, dejará el escaño en el Parlamento gallego para incorporarse a un puesto de investigador en la Universidad de Copenhague (Dinamarca), una oportunidad profesional por la que llevaba meses aguardando. La renuncia como parlamentario de este doctor en Edafología, que tendrá efectos a partir del próximo día 31, acaba de abrir un cisma en el seno de AGE, debido a la imposibilidad que tienen ahora mismo las dos patas principales de la coalición -Esquerda Unida y Anova- de cumplir el pacto interno dirigido a salvaguardar el equilibrio de fuerzas y el statu quo retratado en las elecciones autonómicas del 2012.

A través de dicho acuerdo no escrito, EU-IU y Anova, el partido liderado por Xosé Manuel Beiras, se comprometieron a que las posibles bajas que se produzcan en el grupo parlamentario sean cubiertas por candidatos de la misma organización, de tal modo que si quien dimite es un diputado de EU, su sustituto también debería pertenecer a este formación. Así que el puesto de Fernández Calviño, que forma parte de Anova, lo tendría que cubrir el siguiente en la lista de AGE perteneciente a Anova, que en la candidatura de Ourense es la número tres: Iolanda Pérez Docampo.

Desde Anova, por tanto, dieron por hecho que la número dos de AGE por Ourense, Carmen Iglesias Sueiro (EU-IU), iba a renunciar al escaño para dejar correr la lista, algo que también corroboraron ayer desde EU: «Nós imos cumprir o acordado, que somos xente seria», señalaron desde la dirección. No obstante, la propia Carmen Iglesias desbarató los planes desautorizando el presunto acuerdo de sus superiores con estas palabras: «Non vou renunciar, e podes poñelo ben clariño», manifestó en el transcurso de una conversación mantenida con La Voz, en la que dijo desconocer la existencia de un pacto dirigido a privarla del derecho a ser diputada.

Así que salvo un cambio de última hora, algo que Carmen Iglesias Sueiro consideró improbable, Esquerda Unida ganará peso relativo en el seno del grupo de AGE, integrado hasta el momento por cinco diputados de EU-IU y cuatro de Anova, que se convertirán en seis a tres cuando se materialice el relevo de Fernández Calviño.

«Síntome expulsado»

Por su parte, el propio Calviño manifestó que se siente «expulsado», debido a que «o traballo que quero exercer non o podo exercer no meu país». En declaraciones hechas a Europa Press, el todavía diputado de AGE relató que se incorporará a su nuevo destino en la Universidad de Copenhague a partir del 1 de noviembre, lo cual no le permitirá compatibilizar su actividad profesional con la parlamentaria.

En su corta estancia en la Cámara de O Hórreo, el diputado ourensano, de 34 años, destacó más por las polémicas en las que se vio envuelto que por las iniciativas políticas que tuvo la oportunidad de defender como portavoz del área de política forestal y de los asuntos relacionados con el Valedor do Pobo, el Consello de Contas y la provincia de Ourense.

El pasado mes de febrero, Fernández Calviño se convirtió en el primer diputado expulsado de la legislatura, tras mantener un tenso intercambio de palabras con el popular Miguel Santalices, y su bautizo de fuego se produjo en una sesión de control a Feijoo, cuando desde el escaño amonestó a los diputados con estas palabras: «Non tedes puta idea». Más recientemente, llegó a encararse con José Manuel Balseiro (PP) en su escaño, a imagen y semejanza de lo que hizo Beiras cuando golpeó la mesa que ocupa Feijoo.