Feijoo salva la mayoría, pero cede tres escaños frente a una izquierda al alza

Las grandes crisis no dejan a nadie indemne. Ni a los ciudadanos que las sufren, ni tampoco a los políticos que las gestionan. Su impacto brutal sobre la economía condiciona la vida de las familias y estrangula sus derechos, pero también acelera el desgaste de los que toman las decisiones. En ese trance sitúa a Feijoo el barómetro político de Sondaxe. En vísperas del primer año desde que refrendó en las urnas su mayoría absoluta, que se cumple mañana, el sondeo dibuja un horizonte electoral mucho más abierto. El PP perdería tres escaños, para retroceder a la mayoría ajustada de 38 con la que desalojó al bipartito del poder en el 2009. Feijoo salva los muebles en la tempestad de la crisis y los coletazos de escándalos como el que maniata al Concello de Santiago, pero ya tiene en el retrovisor a una izquierda que avanza con fuerza y recorta distancias.

Los populares pinchan en A Coruña, Lugo y Pontevedra, con la pérdida de un diputado por cada una de esas tres provincias. Y solo en Ourense mantienen las 8 actas que conquistaron en las autonómicas de hace un año. En conjunto, retroceden 2,3 puntos en estimación de voto, un patinazo que es del 6,4 % en Lugo, del 3,2 % en Pontevedra, del 2,3 % en Ourense y de solo tres décimas en A Coruña. Con todo, los de Feijoo ganan dos escaños en relación a los 36 del barómetro de febrero.

La fuerza más beneficiada por el traspié del PP es la coalición que lidera Beiras. Alternativa Galega de Esquerda (AGE) sube 2,7 puntos en estimación de voto respecto a los últimos comicios, que canjearía por cuatro nuevas actas, para pasar de las 9 actuales a 13. Aunque su expansión se modera, ya que en el sondeo de febrero alcanzaba 15 escaños, vuelve a sacar provecho de un PSdeG cuesta abajo. Todavía con los ecos del proceso de primarias consultivas que concluyó con el relevo de Pachi Vázquez por José Ramón Gómez Besteiro, la encuesta de Sondaxe pronostica que los socialistas obtendrían hoy dos diputados menos de los 18 que les dieron las urnas hace un año, aunque en estimación de voto su caída sería de solo 1,3 puntos. El sondeo constata que Besteiro y su equipo tienen mucho trabajo por delante, especialmente en las provincias de A Coruña y Ourense, donde el goteo de votos merma su número de representantes en el Parlamento.

En esa renovación que el PSdeG acaba de iniciar lleva ventaja el Bloque. El frente toma oxígeno tras el batacazo electoral y recupera uno de los cinco escaños que se dejó, para pasar a 8. AGE y BNG sumarían 21 diputados, cinco más que el PSdeG.

Es entre esas dos fuerzas más escoradas a la izquierda del espectro político donde se localizan los trasvases de voto más significativos. El 4,9 % de los consultados que hace un año apoyaron al Bloque votarían hoy a AGE. Si los partidos de Alternativa concurrieran a los comicios por separado, Anova captaría al 3,6 % de los electores del BNG e Izquierda Unida (IU) al 1,3. La coalición de Beiras fideliza al 60,6 % de sus votantes, frente al 69,2 % del PP, al 62,8 del BNG y al 62,5 del PSdeG. El 2,1 % de los que votaron socialista cambiarían por AGE y el 1,8 % por el Bloque. Un apunte anecdótico: el 2,2 % de los encuestados que apoyaron a AGE aseguran que ahora elegirían al PP.

AGE y BNG sumarían hoy 21 diputados, cinco más que los socialistas

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