La coincidencia en las matrículas de dos vehículos lleva a un coruñés a una situación judicial kafkiana
31 ago 2013 . Actualizado a las 14:17 h.La pesadilla empezó en enero del 2012. Eduardo Pardo es advertido de una denuncia hecha en Lugo. En ella se hace constar que un furgón Fiat blanco accedió a las instalaciones de una empresa con la intención de delinquir. El conductor del vehículo se llevó cuatro radiadores y varias piezas de aluminio. La policía apunta a Pardo debido al número de placa.
Sí, el coruñés tiene un vehículo con esa misma matrícula. «Pero no es un furgón, sino un Mercedes y ese día yo no estaba en Lugo», explica el afectado con cara de circunstancias. El Juzgado de Instrucción número 3 de A Coruña lo citó para el 23 de mayo. Allí se presentó asistido por un abogado de oficio. Y se explicó. Ni tenía el citado furgón, ni ese día se encontraba allí, ni tan siquiera sabía en dónde quedaba la citada nave. Conclusión: se cierra el caso.
Atrás quedaban «noches sin dormir y muchos nervios», confiesa Pardo. No se iba a quedar todo aquí. Al recurrir a un abogado de oficio y superar el tope para poder disfrutar de la justicia gratuita tenía una deuda: «Me dicen que tengo que pagar 600 euros. Es decir, por un error de la justicia por no mandar cotejar las matrículas, me veo envuelto en todo este embrollo judicial y, aún por encima, me dicen que tengo que pagar. ¿A alguien le entra en la cabeza?»
Ante su negativa, el mismo juzgado que llevó la causa abortada lo citó para octubre. «Fui y lo dije claro: yo no quiero pagar, lo que quiero es cobrar», señala dando a entender que entonces la gota había colmado el vaso. Se imponía dar un nuevo paso.
Indemnización de 15.000 euros
Eduardo Pardo tramitó en diciembre del año pasado una solicitud de indemnización por responsabilidad patrimonial del estado. ¿La causa? El mal funcionamiento de la Administración de Justicia. En su petición argumenta que tuvo que pasar «por todos los trámites, incomodidades y momentos desagradables que corresponderían a alguien que realmente hubiera participado en el delito».
En su relación, además de la pérdida de horas, incluye cuatro viajes a Lugo, varias visitas a los juzgados de A Coruña desde su residencia en Mera (Oleiros), desplazamientos a la oficina de correos y constantes fotocopias. Todo suma 869 euros. Pero la factura que Pardo le pretende endosar a la Administración incluye otra partida de «daños familiares, acompañados de estrés, ansiedad, inestabilidad emocional e insomnio».
Lo cifra en 15.000 euros. Y asegura que no parará hasta que los cobre uno a uno.