Las urgencias del hospital de Lugo, colapsadas a los dos años de abrir

Lucía Rey
Lucía Rey LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Algunos pacientes pueden pasar hasta 48 horas en observación

16 jul 2013 . Actualizado a las 12:54 h.

Al menos una quincena de pacientes tumbados en camillas y acompañados por familiares se agolpaban ayer en los pasillos de urgencias del Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA). Unos esperaban para ser atendidos, pero otros conocían su diagnóstico desde hacía horas y, aunque precisaban ser ingresados, no habían sido trasladados a planta. Menos de dos años y medio después de su apertura -fue inaugurado el 26 de febrero del 2011-, el nuevo hospital de Lugo ofrece imágenes similares a las del viejo Xeral, en donde el colapso era habitual en invierno y en verano debido a la falta de espacio. Aquellas instalaciones no daban más de sí. Sin embargo, la saturación del HULA obedece a otras causas. Desde principios de julio están cerradas «por descanso vacacional», dice el Sergas, tres plantas y media: una de medicina interna, una de traumatología, la de cuidados paliativos y geriatría, y parte de ginecología. En total, 112 camas. Las que están abiertas están «ocupadas al 100», según distintas fuentes.

Con este panorama, parte de las 28 camas de observación son usadas como unidades de hospitalización. Los boxes, a los que se accede para un primer diagnóstico, también están funcionando con ese fin, y varios pacientes han tenido que pernoctar en ellos. Una situación que provoca situaciones desagradables, tanto para ellos como para los acompañantes, ya que son espacios habilitados para pasar, como mucho, unas horas.

Población envejecida

Otros son hospitalizados en unidades distintas a las que deberían, lo que reduce la calidad asistencial, especialmente de la población envejecida. Un ejemplo: hay pacientes de medicina interna en traumatología. Y esto implica que: por un lado, los pacientes son atendidos por personal que no está especializado en sus dolencias; y por otro, los profesionales se ven desbordados porque cada unidad ha sido diseñada para una función. A lo anterior se añade el recorte de plantilla, ya que, según trabajadores y sindicatos, apenas se cubren bajas. La responsable de CIG-Saúde, Carmen Aira, denuncia que ningún miembro de la gerencia esté al frente del hospital estos días. Mientras, el Sergas afirma que hay 149 camas libres, pero reconoce que algunos pacientes llegan a pasar «un ou dous días en observación». «Os comentarios remitidos á prensa -dice- só poden ser froito dun descoñecemento do funcionamento dos servizos hospitalarios e constitúen unha falta de respecto polos profesionais do hospital, e un descrédito inmerecido para un hospital exemplar, polo que non só desmentimos a información, senón que, en defensa do hospital e dos traballadores, a condenamos totalmente». Sindicatos del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense denuncian una situación similar: los pacientes en espera de ingreso se acumulan en los boxes y no queda espacio en urgencias.