Un vuelo de Santiago a Zúrich aterriza en Lyon por problemas de despresurización

x. m. c. santiago / la voz

GALICIA

Como el miedo es libre, algunos pasajeros lo exteriorizaron, aunque la compañía recalca que el aterrizaje se efectuó con normalidad

22 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

No tuvo suerte Vueling con su viaje inaugural entre Santiago y Zúrich. Ayer estrenó sus vuelos veraniegos entre ambas ciudades y no llegó a completar el trayecto del primero. Un fallo técnico se lo impidió casi saliendo de Francia y los más de 150 pasajeros recordarán la fecha como la de uno de los episodios negativos de su existencia.

El aparato, con el código de vuelo VLG7515, partió a las 8.35 del aeropuerto de Lavacolla, con dos horas por delante hasta la ciudad helvética, y todo discurría con normalidad cuando de súbito sucedió un problema de despresurización y saltaron las mascarillas. Inmediatamente el avión comenzó su descenso para realizar un aterrizaje de emergencia. «Actuamos de acuerdo a los protocolos de seguridad cuando sucede un caso de este tipo. Como el aeropuerto más próximo era el de Lyon el aparato aterrizó en él», señalaron a este medio fuentes de la aerolínea.

Como el miedo es libre, algunos pasajeros lo exteriorizaron, aunque la compañía recalca que el aterrizaje se efectuó con normalidad. No mostraban esa normalidad los oídos de varios viajeros, presa del dolor por el efecto de la despresurización, y hubieron de ser atendidos en el aeródromo francés.

La aeronave se quedó en Lyon y los pasajeros permanecieron en el aeropuerto hasta las 13.30 en medio de un no indisimulado cabreo. «O trato da tripulación durante o incidente foi moi correcto, non así despois no aeroporto de Lyon, onde nos marearon toda a mañá», le relató a una emisora de radio Raquel, una de las integrantes del vuelo.

Tuvo que sufrir, como los demás, un pesado trayecto por carretera en autobús de Lyon a Zúrich. En vez de llegar a las 10.35 a su destino, lo hicieron a las 17.30. En el vuelo viajaban bastantes niños, a quienes las largas horas de ruta se les hicieron interminables. «Son inconvenientes, pero la seguridad es primordial», dice Vueling.