Ourense adaptó una plaza para la mujer del exgerente de Aquagest

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Gómez Besteiro, agachado leyendo un cartel, defiende la inocencia de López Orozco.
Gómez Besteiro, agachado leyendo un cartel, defiende la inocencia de López Orozco. óscar cela< / span>

En la Pokémon se investigan las relaciones entre la empresa y el Concello

18 may 2013 . Actualizado a las 12:29 h.

La esposa de Henry Laíño, exresponsable de Aquagest, la firma que gestiona el servicio de aguas de Ourense, halló acomodo en la plantilla del Concello. En el verano del 2008, cuando aún se vivía en la opulencia y las contrataciones públicas no estaban sometidas al férreo control actual, un decreto del entonces regidor Francisco Rodríguez posibilitó la incorporación de la esposa de Laíño como interina. Lo hizo en el puesto de técnico de aguas y recursos hídricos, sin considerar eventuales conflictos de intereses.

La incorporación de la mujer de Laíño se acompañó de un cambio en la ficha de la relación de postos de traballo (RPT). La del 2008 exigía una licenciatura en ciencias medioambientales, ingeniería superior o técnica en obras públicas, ingeniería técnica industrial o equivalentes. La del 2009, moldeada, rebajó las exigencias: ingeniero técnico de obras públicas o industrial. Con el traslado de Laíño, ella dejó el puesto.

La pareja del alcalde ya trabajaba en Aquagest cuando PSOE y BNG formaron el primer bipartito local en el año 2007, con Francisco Rodríguez como alcalde. Tiempo después, el hijo del regidor encontró ocupación en la misma empresa, en un puesto de trabajo básico en Asturias.

Cuando la operación Pokémon llegó a Ourense, las pesquisas de la jueza Pilar de Lara parecían centradas en el grupo de empresas Vendex, con intereses en la ciudad, tanto en la gestión de la ORA como en varias concesiones de limpieza. La irrupción en el delicado escenario de la Pokémon del exgerente de Aquagest en Ourense y ahora exresponsable de la empresa en Galicia, Henry Laíño, abrió perspectivas en la ciudad de As Burgas. El cruce de contrataciones que se había producido entre los años 2008 y 2009, entonces motivo de poco más que chascarrillos y notas marginales en el debate político, adquirió relevancia. Y puso bajo sospecha una situación laboral que vinculaba los entornos familiares del directivo de la empresa y el exalcalde Francisco Rodríguez, que el miércoles sufrió un registro domiciliario y la retirada de documentación que ahora será analizada por la instructora del este complejo caso.