Los seis detenidos el miércoles quedaron en libertad con cargos
26 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Las intervenciones judiciales y policiales en relación al caso Maceiras, una trama destinada a obtener subvenciones para reforestación de manera presuntamente ilegal, no paran de sucederse. Después de las seis detenciones practicadas el miércoles por agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), el juez de Corcubión Iván Barallobre implica ahora en la denominada operación Forest a otras ocho personas, entre las que hay otros cuatro empleados bancarios, tres funcionarios de Medio Rural que operan en la zona y otra persona más de la que no ha trascendido su relación con el caso.
Esas imputaciones, todas ellas por el supuesto delito de falsedad documental, suponen un giro importante en el proceso que, en cierta medida, responde a las pretensiones de los damnificados, quienes desde un primer momento señalaron a personal de la Xunta como instrumento imprescindible para que la supuesta estafa pudiese salir adelante. Además, abren el abanico de la investigación que hasta el momento se centraba en el industrial vimiancés Manuel Maceiras Hermida como el máximo responsable del presunto manejo ilegal de propiedades forestales y de cuentas bancarias que figuraban a nombre de terceras personas sin que estas hubiesen dado su consentimiento.
Maceiras, que llegó ayer desde Mauritania, adonde ha trasladado parte de la actividad industrial de su empresa, se presentó a media mañana en los juzgados de Corcubión, adonde también fueron trasladados su hermano José y su esposa, María Jesús Esmorís Ameijeiras, que pasaron la noche detenidos en las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía en A Coruña junto a dos de los cuatro directores de sucursales bancarias que también aparecen implicados en esta causa.
Después de prestar declaración ante el juez instructor del caso, con asistencia fiscal a través de videoconferencia, todos ellos fueron puestos en libertad con cargos y pudieron abandonar las dependencias en las que pasaron cerca de seis horas.
Ese tiempo, según fuentes judiciales, sirvió para que los dos empleados de banco -los otros dos ya comparecieron el miércoles por la tarde- diesen explicaciones de carácter técnico respecto a cómo el empresario pudo supuestamente abrir y realizar movimientos continuos en más de una docena de cuentas sin que lo supiesen las personas que figuraban en ellas.
También pudieron explicarse, aunque con mayor brevedad, la esposa y el hermano de Maceiras, quienes al igual que el propio empresario -que ya está imputado desde principios del año pasado y no fue reclamado esta vez por la Policía Nacional- salieron de Corcubión, en compañía de su abogado y de algunos familiares, sin hacer declaraciones.
Reacción de Feijoo
El que sí se refirió a este asunto fue el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, quien aseguró que «non caben funcionarios que delincan, non é posible» y puso la Administración autonómica al servicio de la Justicia para «perseguir a calquera que, utilizando a súa plataforma de empregado público, poda ter algunha relación con actividades irregulares», informa Manuel Cheda.
El supuesto cabecilla de la red llegó ayer de Mauritania directo al juzgado
«Non caben funcionarios que delincan, non é posible», asegura Núñez Feijoo