Feijoo trata de pasar página y vender normalidad

M. Cheda SANTIAGO DE COMPOSTELA

GALICIA

Atlas

El presidente de la Xunta da por zanjadas de momento sus explicaciones por las fotos de hace 18 años en las que aparece con el narco Marcial Dorado

02 abr 2013 . Actualizado a las 16:28 h.

El presidente de la Xunta quiere cuanto antes regresar a la normalidad institucional y dar por zanjada la polémica abierta a raíz de la publicación, este domingo en el periódico El País, de unas fotos de hace 18 años en las que aparece él con Marcial Dorado, en prisión desde el 2003 por narcotráfico. De hecho, tras explicarse ayer ante la prensa por espacio de 38 minutos, esta mañana Alberto Núñez Feijoo ha evitado referirse al caso, aduciendo que ya ha declarado sobre el mismo todo lo que debía.

Así, a la salida de un acto oficial, Feijoo, amablemente, ha esquivado las preguntas de los periodistas acerca de ese asunto limitándose a responder: «Seguimos, ata logo». El líder del PPdeG ha ensayado ese regate tras encabezar, en el Museo Pedagóxico de Galicia (Santiago), una entrega de premios a alumnos y profesores participantes en el segundo Campionato Galego de Formación Profesional y en las Olimpiadas de FP Spainskills 2013. Su presencia en esa ceremonia, anormalmente, había sido comunicada con menos de dos horas de antelación.

A Feijoo se le ha tratado de consultar allí por una entrevista radiofónica, emitida por la cadena Ser, en la que el exvicepresidente da Igualdade e do Benestar, Anxo Quintana (BNG), acababa de afirmar que la «situación política de Feijoo es muy complicada» en estos momentos. El aludido, no obstante, obviando el capote del nacionalista, ha rechazado embestir. Tampoco ha entrado a contestar al secretario xeral del PSdeG, Pachi Vázquez, quien en Radio Nacional de España, sorprendentemente, ha dicho: «Nunca conocí a nadie que hubiese visto las fotos. Ni tuve conocimiento de su existencia ni las vi».

En todo caso, al asunto todavía le queda un episodio crucial para medir su recorrido. Porque hoy en el Parlamento, tras la junta de portavoces, debería quedar despejada la incógnita de si Feijoo comparecerá en el hemiciclo, en intervención específica la próxima semana, para explicarse. Lo haga o no en ese formato finalmente, no le quedará otra que hablar en la Cámara de su antigua relación con Dorado, pues los responsables de la oposición prevén sacarla a colación, a modo de cuestiones orales en pleno, durante la sesión de control al Gobierno del miércoles que viene.