La mujer muerta en Ferrol buscaba trabajo para vivir lejos de su asesino

F. V. / B. A. ferrol / la voz

GALICIA

Los hijos de Matilde Herrero, en el centro, y sus respectivas parejas, ayer, ante el atáud
Los hijos de Matilde Herrero, en el centro, y sus respectivas parejas, ayer, ante el atáud Cesar Toimil

Entidades y asociaciones reclaman más medios para las maltratadas

23 dic 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

Ferrol comienza las Navidades con otro episodio de violencia machista tristísimo y que cierra un año fatídico, en el que tres mujeres murieron asesinadas por sus parejas en la comarca.

La vida de Matilde Herrero, la última víctima, sigue el guion de una mujer de 42 años que durante décadas sufrió un infierno de malos tratos que trataba de dejar atrás para siempre. Había iniciado los trámites de separación y buscaba trabajo a través de una web con un anuncio en que indicaba expresamente que estaba dispuesta a viajar y a cambiar de residencia. Pero Matilde Herrero, Mati, no pudo escaparse finalmente de su marido, Jesús Cándido Rodríguez Prado, que se hizo con una pistola y la siguió hasta matarla de dos disparos dentro de su coche el pasado jueves. Después se suicidó.

«Es una gran desgracia, sobre todo para sus dos hijos, que son muy jóvenes y se quedan solos. Debería haber más medios, no solo unos teléfonos conectados a la policía que a veces ni funcionan», reclamaba, indignada, una de las amigas de Mati que ayer por la tarde acudió al entierro de la mujer en la parroquia naronesa de O Val.

Por la mañana, los Concellos de Fene y de Ferrol, la Xunta y la asociación de apoyo a las mujeres maltratadas Velaluz mostraron sus condolencias a la familia y condenaron un hecho que coincidieron en calificar como «una plaga social» contra la que hay que luchar. Los allegados de la última víctima confían ahora en que las ayudas que no llegaron a tiempo para Matilde puedan servir de respaldo a sus hijos, de 18 y 21 años, que se quedan solos y deben superar un duro golpe. Ayer recibieron el apoyo de vecinos y amigos en el último adiós a su madre.

Su padre será trasladado hoy a la localidad lucense de Baamonde, donde será enterrado en la más estricta intimidad. Por expreso deseo de la familia no habrá flores ni funeral.