Le apuntó a la cabeza y le disparó con una pistola de aire comprimido
29 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Un abogado de Sarria resultó herido de varios disparos efectuados con una pistola de aire comprimido por un cliente que entró enfurecido en el despacho a las once y media de la mañana de ayer. El herido, que ya está en su domicilio y fuera de peligro, es Manuel Vilaro, ayudante del abogado del agresor.
El presunto autor de los disparos, Miguel García Fernández, de 46 años y vecino de la villa aunque natural de Ponferrada, aprovechó que la puerta del despacho, ubicado en un entresuelo en el centro de la localidad lucense, estaba abierta para entrar y apuntar directamente a la cabeza del letrado, que en ese momento se encontraba solo.
Ambos hombres forcejearon, momento en el que se produjeron varios disparos. Dos de ellos alcanzaron en el abdomen y en la cabeza al letrado, que entonces decidió no oponer resistencia e intentar convencer a su agresor, quien comenzó a destrozar la oficina y a arrojar al suelo numerosos expedientes.
El atacante abandonó el vestíbulo y entró en el despacho del otro abogado y dueño del bufete, momento en que el agredido llamó a su jefe, que alertó a la Guardia Civil y al juzgado.
A los pocos minutos llegaron al lugar dos patrullas de la Guardia Civil y dos más de la Policía Local, que no pudieron entrar al despacho al estar cerrado por dentro y no poder derribar una puerta semiblindada. Poco después llegó el dueño del bufete, que abrió con sus llaves. Al acceder al local, los agentes presuntamente fueron encañonados por el asaltante, al que redujeron de inmediato.
Sobre las once de la mañana, Miguel García vio en el juzgado al dueño del bufete, al que increpó y amenazó en varias ocasiones. El letrado intentó tranquilizarlo y al no conseguirlo se dirigió al despacho de la jueza para denunciarlo y pedir una orden de alejamiento. Como García no cesaba en su acoso tuvieron que intervenir los guardias civiles del juzgado.
Miguel García abandonó el juzgado y hay dudas sobre si ya llevaba la pistola, si la cogió en su casa o la compró, ya que para ese tipo de arma no se precisa licencia.
El motivo de la violenta reacción del cliente parece deberse al desahucio de una casa en la que residía, en Oural. Los encargados de defenderlo fueron los abogados del despacho en el que ayer entró por la fuerza, presuntamente por no estar de acuerdo por la manera en la que ejercieron su defensa.