Los estacionamientos disuasorios que hay en Galicia son poco rentables

Manuel camacho REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Son dos y están situados en el entorno de Santiago

16 ago 2012 . Actualizado a las 19:11 h.

La Xunta ha confeccionado un proyecto para el 2016 en el que se crearán 67 aparcamientos disuasorios en las 7 grandes ciudades, A Coruña, Santiago, Vigo, Lugo, Pontevedra, Ferrol y Ourense. Este proyecto, al que la Consellería de Infraestruturas piensa destinar 11,4 millones de euros, tendría como misión limpiar el centro de las ciudades de coches y contaminación, empujando al ciudadano a la utilización del transporte público y el coche compartido.

Aunque el plan aún no está en marcha, algunas ciudades, ya sea en ocasiones o durante todo el año, cuentan con párkings con la misma utilidad. Un ejemplo lo encontramos en Santiago, en los aparcamientos de Salgueiriños (en el norte) y Santa Marta (en el sur), situados ambos en las cercanías de la carretera N-550.

El primero existe desde hace dos años, aunque anteriormente la zona tenía una funcionalidad parecida aunque no contaba con las mismas infraestructuras que ahora. Su tarifa es de 1,50 euros para turismos, 3 euros para caravanas y 5 euros para autobuses y microbuses, todo esto comprendido en un horario de ocho de la mañana a ocho de la tarde. Este aparcamiento, que rodea al edificio de la Agencia Tributaria, tiene 309 plazas, de las cuales 72 son para caravanas y autobuses. La mayoría de los días, muchas plazas están cerradas al público. Solo se abren cuando se espera una afluencia considerable de vehículos. Por ejemplo, los jueves, cuando se celebra el mercadillo, y los fines de semana. Un cartel informa de que el aparcamiento se encuentra «a diez minutos de la catedral», aunque la escasez de coches evidencia que no convence a muchos automovilistas.

Por qué no es gratis

«¿Por qué no lo abren gratis, es una vergüenza que en los tiempos que viviemos pasen estas cosas? Si nunca se llena, para qué dejarlo cerrado, al menos así alguien lo utilizaría», comenta José Antonio, trabajador de la Agencia Tributaria. El pasado enero, el entonces alcalde de Santiago asumió una inversión para los aparcamientos, con 12.000 euros destinados a un punto limpio para caravanas, lo que le dio vida a los aparcamientos, ya que las caravanas y autobuses que descansan allí al cabo del día son la principal fuente de abastecimiento, una extensión minúscula en comparación con la totalidad de la estancia.

La situación tiene a los vecinos contrariados. La mayoría no vieron con buenos ojos esta privatización, y viendo la situación actual en estos lugares tienen todos una idea muy clara, «que lo abran para el pueblo, esto solo crea pérdidas, con los estacionamientos que hay ahí ni siquiera da para pagar al gerente de la puerta. De la otra manera al menos podríamos utilizar el lugar», dice Francisco, vecino de las casas cercanas.

Poco señalizado

Una posición muy parecida se vive en Santa Marta. En este núcleo, al sur de Santiago, se encuentra el otro aparcamiento, este de 340 plazas. Construido a finales del verano del 2010, corre la misma suerte que su homólogo del norte. Además, este está ubicado en un lugar poco señalizado, alejado de la avenida principal, siendo de difícil acceso para los turistas.

Santiago es la única ciudad de las siete que ya cuenta con aparcamientos disuasorios. Otras como Ferrol y Pontevedra solo disponen de ellos en días festivos, pero con la clara diferencia de que son gratuitos para el público. Debido a la poca afluencia, Lugo, Ourense y Vigo ni siquieran lo tienen, no son necesarios.

Los aparcamientos disuasorios no parecen interesar por el momento a los ciudadanos gallegos. La actualidad de estas infraestructuras deja en entredicho el proyecto de la Xunta. Agustín Hernández, conselleiro de Infraestruturas, había considerado el proyecto como «terriblemente rentable polos beneficios que produce», aunque de momento parece que una iniciativa que no llega a convencer a los ciudadanos.