El subdelegado del Gobierno, Jorge Atán, manifestó ayer, al término de una concentración de repulsa celebrada en Narón, que la orden de alejamiento se había comunicado al ahora detenido el pasado viernes, y que si no se llevó un seguimiento y continuidad al caso fue porque no se declaró que fuese de «riesgo extremo». «Hay unas denominaciones, y el riesgo extremo se dictamina cuando hay agresión física previa», explicó Atán.
Según aclararon fuentes del Tribunal Superior, cuando Iria García denunció a Óscar José en junio del 2011 no solicitó medidas de protección. El viernes, sin embargo, «se prohibió al imputado aproximarse a ella a menos de 200 metros de su domicilio, lugar de trabajo o lugar en que se encontrara, así como prohibiéndole comunicarse con ella por cualquier medio».
El delegado del Gobierno, Samuel Juárez, señaló que día de los hechos, la víctima fue por la mañana a comisaría para ser informada de esas medidas. También se había concertado una entrevista similar con el presunto asesino. Juárez consideró «fatal» lo sucedido, ya que «había amenazas, coacciones, molestaba a la víctima, pero, que se conozca, no había agresiones previas y estaban tomándose las medidas que se prevén para estos casos».