Los chiringuitos de la playa de Cabanas, en ascuas: «No sé si podré abrir en Semana Santa»

ANA F. CUBA CABANAS / LA VOZ

CABANAS

Los chiringuitos, la mayoría cerrados durante el invierno, son parte de la fisionomía del arenal de A Madalena
Los chiringuitos, la mayoría cerrados durante el invierno, son parte de la fisionomía del arenal de A Madalena JOSE PARDO

Las obras, las inundaciones, los accesos o el aparcamiento preocupan, pero el mayor condicionante final será el tiempo

10 mar 2024 . Actualizado a las 13:16 h.

La combinación de obras, mal estado de las canalizaciones de saneamiento, lluvias intensas y gestión cuestionable ha generado un cóctel amargo, difícil de ingerir y de consecuencias económicas aún por calibrar en Cabanas. Entre los primeros damnificados por lo sucedido en las últimas semanas en el entorno del Paseo da Madalena se encuentran los negocios hosteleros, que sufren las dificultades de acceso o la falta de aparcamiento, además de la meteorología adversa. La situación mantiene en ascuas a los chiringuitos del arenal, a poco más de quince días del inicio de la Semana Santa, la primera gran escapada turística del año.

«Entre que cae muy pronto [la última semana de marzo] y viendo cómo están las obras, sin que apenas se pueda entrar a la playa, no lo veo muy fácil. Mi idea es abrir, pero tengo mis dudas, no sé si se podrá», reconoce José Rodríguez, encargado de El Pinar, el primer establecimiento playero para quienes llegan desde Pontedeume. «Voy a esperar esta semana, pero la siguiente tengo que saber fijo si abro o no, para empezar a coger mercancía. La gente la tengo casi apalabrada, por el verano. Abriría el miércoles, para tener todo listo para el jueves. El viernes ya tenemos alguna reserva. Después ya estaríamos todos los fines de semana que vengan buenos», añade.

«El camino es un barrizal»

«Si el tiempo acompaña y hay buen pronóstico, abriremos; si no, no tiene sentido», coincide Francisco Carpente, de O Chiringuito, otro de los establecimientos clásicos del arenal de Cabanas. «Cuando hay obras sabes que tienes que fastidiarte, es inevitable, no hay opción, pero si le sumas el problema de las inundaciones, el mal tiempo, el camino hecho un desastre (con pozas, charcos, un barrizal desde la rotonda inicial hasta casi el final de toda la recta, con nada asfaltado aún)... la idea es abrir, pero estamos pendientes, sobre todo de la meteorología. Si acompaña y la entrada está seca nos animará muchísimo más», agrega.

José Manuel Saavedra, responsable de Los Pinares, es el único hostelero del arenal de Cabanas que tiene claro que desde la tarde del 28 a la noche del 31 de marzo su negocio estará funcionando: «Abrir abriremos, acceso a la playa hay por O Vinteún (un lugar de la parroquia de San Martiño) y espero que no haya inundaciones. En todo caso, ya estamos acostumbrados a estas cosas, en pleno verano hubo problemas parecidos y aguantamos». Tampoco le inquieta mucho el tema del personal: «A los 16 que tengo de mano, ya pensando también en el verano, ya los he avisado para hacerles contrato si están disponibles». Y la mercancía, «al ser todo producto fresco», tampoco supone un inconveniente.

«Las obras no te pueden impedir abrir tu negocio», declara, tajante, este empresario, que reconoce que si algo le quita el sueño, en vísperas de iniciar la campaña anual (a partir de Semana Santa, Los Pinares abre los fines de semana, y en verano, a diario), es «el estado de la playa». «Está toda llena de palos y madera que trajo el mar, es hasta peligroso que los niños jueguen —recalca—, es vital que la limpien».

Los otros dos chiringuitos del arenal están en manos de los hermanos Carlos y Miguel Rico. El Koa Beach Club abre todos los fines de semana del año. «El pasado tuvimos muy poca gente, no hay aparcamiento, por las obras, y ahora con el agua... solo vinieron los vecinos», explica Carlos. Su intención es que el Argentina, el otro nombre propio de la playa de A Madalena, reciba a los clientes en Semana Santa. «Pero es algo que nos está preocupando bastante, sobre todo por el aparcamiento, porque el único acceso a la playa es a través del aparcamiento, y la única solución sería que abrieran provisionalmente un tramo grande de la carretera y que dejaran estacionar, aunque sea la mitad del espacio. Sin tener aparcamiento no podemos abrir», incide.

Si las condiciones mejoran, el Argentina levantará la persiana el 26. «Tendría que venir muy buen tiempo... la idea es abrir, aún quedan unos días», admite, con la esperanza de que un giro de guion devuelva al menos cierta normalidad a Cabanas cara a la próxima Semana Santa.