Espaldarazo al futuro de Endesa en As Pontes

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

AS PONTES

ENDESA

La eléctrica aprueba la transformación de la central para ser menos contaminante, con una inversión de 218 millones de euros y cuatro años de trabajos

29 jul 2016 . Actualizado a las 00:42 h.

Luz verde a la transformación de la central térmica de As Pontes. El consejo de administración de Endesa ha aprobado acometer los trabajos de adaptación de la planta a la Directiva de Emisiones Industriales (DEI) de la Unión Europea, que requerirá de una inversión de 218 millones de euros. Con este proyecto, la tercera gran reforma que se acometerá en las instalaciones, la eléctrica prolongará su vida útil otros veinte años, además de reducir sustancialmente sus emisiones.

Los trabajos de adaptación comenzarán el año próximo y se desarrollarán durante cuatro ejercicios, hasta junio del 2020. Tal y como viene realizando habitualmente la empresa en sus proyectos en As Pontes, sobre las firmas subcontratistas recaerán la mayoría de los trabajos, entre ellas un gran número de la comarca ferrolana.

Las medidas a implantar consisten en la mejora de la desulfuración y la desnitrificación en el proceso de generación de electricidad. Con esta intervención, se reducirá en un 80 % las emisiones de dióxido de azufre y del 60 % las de óxido de nitrógeno. La eléctrica explica que no se acometerán actuaciones específicas para rebajar el nivel de partículas «porque la central cumple actualmente los requisitos fijados por la DEI».

No obstante, el proyecto autorizado por el consejo de Endesa es más ambicioso que los requisitos marcados en la DEI, «ya que se pretende incorporar sistemas de reducción de emisiones que cumplan lo establecido en los documentos europeos de referencia para las mejores técnicas disponibles (BREF), que incluyen valores mucho más restrictivos en todos los parámetros».

La empresa afirma que ha tomado esta decisión sobre la térmica pontesa, de 1.400 megavatios de potencia, una vez que se ha analizado la viabilidad de la térmica en el contexto del sector energético. Afirma que da así «prueba de la voluntad de la compañía para asegurar la continuidad de sus instalaciones, si las condiciones económicas y regulatorias lo permiten, con el fin de asegurar el suministro durante la fase de transición que será necesaria hasta llegar a un sistema energético plenamente descarbonizado».

De la central, que únicamente consume carbón de importación, dependen 800 puestos de trabajo, entre directos y auxiliares.