Los curiosos «selfies» de «Modestina»

Ana F. Cuba MOECHE

MOECHE

JOSÉ PARDO

Padres y niños tienen que averiguar dónde se retrata la mascota de la biblioteca

06 may 2015 . Actualizado a las 13:13 h.

Un alumno, Íñigo Bouza, pintó, hace ya siete años, a Modestina. Ganó el concurso de dibujo de la mascota de la biblioteca del Ceip San Ramón de Moeche con una tortuga, que vive desde entonces rodeada de libros. Unos cursos más tarde a Modestina le surgieron dudas, cinco al mes, que los escolares debían resolver, «para que investigasen, en los libros, en Internet...», cuenta Abel Muíño, profesor de Educación Física y encargado de la biblioteca. Y este año, Modestina ha querido implicar en sus aventuras a las familias. «Se nos ocurrió en el claustro, hacer selfies de Modestina en lugares distintos del municipio y publicar las fotos en el blog, para que lo consulten, averigüen el sitio y contesten unas preguntas», explica Abel.

Del castillo saltó a la feria, el concello, la iglesia, el antiguo aeródromo, cruceiros de las parroquias... «Se iba complicando... A mí, que aparte de directora, tengo un hijo en el colegio, me ayudó Carmen, la encargada de la limpieza del colegio», confiesa Almudena Yáñez, que también da clases de música, plástica y valores.

JOSÉ PARDO
 

En el Ceip San Ramón hay 54 alumnos (en septiembre se incorporarán cinco o seis más) y nueve maestros (tres de ellos itinerantes). En ninguna clase hay más de 16 niños, lo que permite una atención «personalizada»; la biblioteca abre a diario hasta las 16.30 (en lunes hasta las 19) para que puedan acudir las familias; y llevan 20 años publicando la revista Ventoeiro. La dedicación y el entusiasmo del equipo docente (decidieron formarse en nuevas tecnologías y crearon un blog, donde interactúan los niños) y su empeño en involucrar a las familias (acuden periódicamente a la biblioteca a contarles cuentos a los niños), los vecinos o el Concello (que colabora, igual que el Anpa) permiten desarrollar interesantes iniciativas. Los colegiales recaban recetas en sus casas, luego se edita un libro (que venden en la feria del 23 de mayo para el viaje de fin de curso). las cocineras preparan una cada semana y los niños indican en el blog si les ha gustado o no. Nada tiene que ver comer lentejas con saborear las lentejas de Antía, por ejemplo. «Les hace mucha ilusión, van apurados a votar», apunta Abel. También montan un mercadillo de libros de segunda mano y el dinero va a la hucha de la excursión.

Modestina no es el único animalillo que pulula por el centro. Chistín, un dragón surgido del área de Normalización Lingüística, les visita todos los años para que los alumnos le cuenten chistes y adivinanzas, que recopilan por el pueblo. Y en el comedor se encuentra Lencio, un semáforo que detesta el ruido y da puntos, más cuanto menor es el nivel de decibelios, y pequeños premios. El Ceip San Ramón solo pide «un conserje y más alumnos» para que esta gran familia crezca.