El «Cantabria» hace nuevos amigos

Andrés Vellón Graña
andrés vellón FERROL / LA VOZ

FERROL

cedida

El buque ferrolano opera con unidades de Japón y Malasia

16 oct 2013 . Actualizado a las 13:12 h.

La actividad del Cantabria en Australia, cuyo despliegue culminará el 1 de noviembre, continúa despertando el interés de la Marina de las antípodas.

La propia Armada continental ha difundido un relato firmado por Christopher Thornton en el que se da cuenta de cómo se ve su labor durante los últimos ejercicios que está abordando, denominados Triton Centenary. No dudan en señalar que el barco con base en Ferrol está haciendo «nuevos amigos» dada la disparidad de las nacionalidades de los buques a los que está prestando apoyo logístico.

Relatan que «cuando se trabaja en un teatro de operaciones totalmente diferente hay que esperar lo inesperado y esto es algo que el equipo español del Cantabria ha aprendido durante sus más recientes actividades en aguas autralianas».

Y, en concreto, se resalta que se ha procedido a realizar un relleno de combustible en alta mar al barco japonés Makinami y a «trabajar de cerca» con el malayo Jebat. Unidades de países con los que es muy complejo que opere un buque de la Armada española. También se hizo lo propio con el estadounidense Chosin y el británico Daring, aunque las maniobras con unidades de estas naciones son mucho más habituales.

En la narración se recogen además las palabras de uno de los miembros de la dotación, Víctor Villar, quien señaló que «después de participar en el ejercicio Triton Centenary puedo decir honestamente que he navegado con la mayoría de las Marinas de todo el mundo, sé que mis colegas de España estarán un poco celosos cuando vuelva a casa y se lo cuente».

Y aunque la actividad de la Armada española en el Pacífico ha sido muy poco regular en los últimos tiempos, no fue así en el pasado. Se recuerda que durante los siglos XVII y XVIII «marineros y navegantes españoles abrieron las principales líneas marítimas de comunicación entre Asia y América».

El Cantabria, de este modo, toma ese relevo histórico, acumula experiencias notables durante su despliegue y deja una muy buena impresión tanto en las antípodas como en unidades de países tan lejanos como Japón. Un buen bagaje.

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