Pineda mandó redactar una noticia «breve pero con una hostia» sobre el BBVA

Agencias

ESPAÑA

MIGUEL VILLAR

El juez de la Audiencia Nacional describe esta conversación pinchada en las investigaciones a Manos Limpias y Ausbanc por extorsionar a bancos

29 abr 2016 . Actualizado a las 22:22 h.

El presidente de Ausbanc, Luis Pineda, mandó a un empleado de la asociación que preparara una noticia «breve pero con una hostia» para el presidente del BBVA, Francisco González, porque presumiblemente Ausbanc había perdido una demanda contra el banco, informa Efe.

El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz describe esta conversación pinchada en las investigaciones a Manos Limpias y Ausbanc por extorsionar a bancos dentro de un auto en el que dicta una serie de medidas cautelares contra ocho personas que fueron detenidas en la operación y han declarado esta semana ante el juez.

Pineda tenía el «dominio total de la trama criminal»

Santiago Pedraz ha impuesto comparecencias mensuales a ocho de los nueve investigados a los que ha tomado declaración entre este martes y jueves, en la causa en la que investiga al secretario general de Manos Limpias Miguel Bernad y al presidente de Ausbanc, Luis Pineda, quien considera que tuvo el «dominio total y completo de la trama criminal» dedicada a extorsionar empresarios y banqueros, según informa Europa Press.

En un auto, el magistrado fija comparecencias en el juzgado más próximo a sus domicilios el día 1 de cada mes o cuantas veces sean llamados a declarar, la designación de teléfono móvil de contacto permanente, así como la comunicación al juzgado de cualquier cambio de domicilio que se produzca. No ha impuesto medidas cautelares para Perfecto Rodríguez.

Pedraz acusa a María Isabel Medrano, Luis María Suárez Jordana, María Manuela Mateo, Hermenegildo García, María Teresa Cuadrado, Rosa Isabel Aparicio, Ramón Perfecto Rodríguez y José María Rodríguez de los delitos de extorsión, amenazas, pertenencia a organización criminal, estafa y administración desleal, mientras que a José María Gómez de León sólo le acusa de los tres primeros delitos.

Según su resolución, existe «un dominio total y completo de la trama por parte de Luis Pineda que desde hace tiempo ha ido conformando una organización criminal, utilizando a diversas personas como testaferros y en concreto a los citados investigados (*) los cuales habrían contribuido a la consecución de los importantes ilícitos beneficios económicos».

En el caso de la esposa de Luis Pineda, María Teresa Cuadrado, el juez detalla las operaciones realizadas a través de sociedades vinculadas a Ausbanc para supuestamente desviar fondos a favor del matrimonio.

En una de ellas, Hacienda ha constatado que la Cuadrado recibió 204.845 euros entre 2008 y 2014. A través de otra sociedad se ha constatado que recibía 12.000 euros anuales para sus gastos personas. Incluso para la adquisición de un sofá, el matrimonio utilizó una sociedad del grupo.

El magistrado considera a la organización una mafia controlada por un padrino

Lo que el juez Santiago Pedraz describe a lo largo de las once páginas de su auto hecho público ayer es una verdadera mafia controlada por un padrino, Luis Pineda. El presidente de Ausbanc, explica el instructor, ejercía «un dominio total y completo de la trama». El principal encausado, según el magistrado, había «conformado desde hace tiempo una organización criminal» utilizando a los imputados que han declarado en los últimos días en la Audiencia Nacional como «testaferros».

Se trata de los responsables de la entidad Ausbanc Isabel Medrano, Luis Suárez, María Mateo, Hermenegildo García, María Teresa Cuadrado, Rosa Aparicio, Ramón Perfecto Rodríguez y José María Rodríguez. A todos ellos, el magistrado les acusa de los delitos de extorsión, amenazas, pertenencia a organización criminal, estafa y administración desleal. El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz les hace responsables de esos ilícitos a pesar de que reconoce que los propios imputados jamás podían oponerse a ninguna decisión del capo.

Sin funciones

Relata el juez que los subalternos de Luis Pineda no ejercían «función alguna» en las juntas que se celebraban y que se «limitaban a firmar» los documentos que preparaba el presidente de la entidad «alegando el temor en general de todo el personal de Ausbanc a Pineda».

«Cualquier disidencia», conforme lo que han relatado los encausados, les podía costar un bajada inmediata de sueldo o directamente el despido.