La Fiscalía de Medio Ambiente ve «muchos elementos» de que los incendios de la cornisa cantábrica fueron intencionados 

Agencias LA VOZ / REDACCIÓN

ESPAÑA

Panorama tras un incendio en El Franco (Asturias)
Panorama tras un incendio en El Franco (Asturias) PEPA LOSADA

La UME desplegó un total de 314 efectivos en Asturias, Cantabria y Navarra. Siguen activos 20 focos en el Principado

21 dic 2015 . Actualizado a las 23:04 h.

El Fiscal de Medio Ambiente y Urbanismo, Antonio Vercher, ha admitido que hay «muchos elementos que permiten pensar que puedan ser intencionados las múltiples incendios forestales que se han producido este fin de semana en el norte de la Península, desde Galicia hasta el País Vasco y Navarra.

Vercher ha recalcado que esta situación «no es habitual para la época del año» y ha asegurado que está «abierto a cualquier circunstancia y causas» para conocer el origen de los fuegos. Del mismo modo, ha informado de que el Grupo Central del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil en Madrid va a colaborar con los efectivos en Asturias para investigar esta «situación masiva de incendios». «Ha llegado una petición del grupo del SEPRONA de Asturias para que se envíe un equipo desde el servicio central», ha confirmado.

Mientras, siguen activos en Asturias una veintena de incendios forestales, ninguno de ellos de especial gravedad. Aún así, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a petición del Principado, ha enviado aviones de gran capacidad para ayudar en las labores de extinción del incendio forestal declarado en la localidad de Boal. A la zona se han desplazado dos aviones anfibios de 5.500 litros de capacidad de descarga, procedentes de la base de Torrejón en Madrid, según ha informado el Gobierfno de España.

La reducción en el número de focos ha permitido que la Univerdad Militar de Emergencias regrese a su base, según informa el SEPA en una nota de prensa. La UME ha desplegado un total de 314 efectivos en Asturias, Cantabria y Navarra para colaborar con los servicios de emergencia autonómicos en la extinción de los numerosos incendios declarados este fin de semana.

En Asturiasm por concejos, en Aller sigue activo el incendio de Corigos, en Boal el de Brañalibrel y Cabana Ouria, en Candamo el de Las Ablanosas y en Cangas del Narcea el de Riotorno e Irrondo de Besullo. Por su parte, en Castropol se sigue sofocando el fuego de Castro Balmonte, en el Franco el de Arancedo y en Grado el de Balsegas. El indendio de Langreo sigue activo a estas horas y también el de Merujal (Laviana), Peñanes (Morcín), La Roza (Parres), La Feguiña (Tapia de Casariego), Vidigel (Teverga), Reales (Villaviciosa), Parlero (Villayón), Yernes (Yernes y Tameza) y por último los de Serandi y Villamejín en Villaviciosa.

No son normales

Las ONG ambientales no consideran «normal» que se produzcan más de un centenar de incendios desde Galicia hasta Navarra en pleno mes de diciembre y los atribuyen a causas meteorológicas, a la incidencia del cambio climático, a la costumbre del uso del fuego en el medio rural y a la «matorralización» del monte en España, con menor peso de la teoría de «un ataque coordinado».

El portavoz de Ecologistas en Acción, Theo Oberhuber, estima que a tenor de la información de que dispone en la actualidad hay una relación de los fuegos con la quema de pastos y rastrojos y con la caza. En su opinión, la verdadera causa es el cambio climático que provoca incendios en diciembre a causa de la falta de lluvias y las temperaturas «altísimas» por lo que ha advertido de que ahora los incendios pueden producirse «en cualquier época del año».

El responsable de la campaña de bosques de Greenpeace, Miguel Ángel Soto cree que no hay ningún ataque coordinado, ni que afecte la Ley de Montes a los fuegos acaecidos este fin de semana, sino que cree que «lo atípico» es la meteorología de estas fechas, que normalmente debía ser húmedas y más frías de lo que están siendo«. Además, ha destacado que el 40 por ciento de los incendios que se produce fuera de la época estival, aunque sea en julio y agosto cuando se produce el mayor número de fuegos y de superficie arrasada. A su juicio, estos incendios se deben a la cultura ganadera, que quema los grandes helechos que se secan en invierno.