TV3, al servicio del soberanismo

e. clemente / Beatriz pérez MADRID-BARCELONA / LA VOZ

ESPAÑA

Pilar canicoba

Mas ha convertido los medios públicos en pilar fundamental del proceso independentista, lo que ha provocado críticas de partidos y profesionales

20 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Artur Mas ha convertido los medios públicos catalanes en un pilar fundamental del procés. El último episodio ha sido la retransmisión de la Diada del 11 de septiembre por TV3, convertida en un acto electoral de Junts pel Sí en la apertura de la campaña. El presidente en funciones apareció en la cadena pública a continuación de la gran manifestación para transmitir un mensaje ideológico favorable a la independencia, disfrazado de discurso institucional. La Junta Electoral de Barcelona le ha conminado a que no vuelva a hacerlo. Además, ha obligado a TV3 a emitir actos de los partidos no independentistas para compensar la abrumadora cobertura que TV3 y Catalunya Ràdio dieron a la Diada.

Parcialidad

Otra estructura de Estado. Pero la parcialidad manifiesta de TV3 a favor de la independencia es algo cotidiano, permanente. Antes de estos quince días de campaña, en los que existe un control externo, actúa como una estructura más, muy importante, del Estado que quiere construir Mas. «En la época de Pujol, TV3 era nacionalista conservadora, tendenciosa desde el punto de vista subliminal; el salto es que hemos pasado a un posicionamiento claro a favor del independentismo», explica Joan Ferran, exdiputado del PSC, que en el 2007 originó una gran polémica cuando dijo que había que arrancar la «costra nacionalista» de los medios públicos financiados por la Generalitat. «Lo que quise decir es que había que superar la inercia aposentada durante los 23 años de pujolismo, pero esa regeneración nunca se produjo y de la costra hemos pasado a una tendenciosidad muy clara hacia el independentismo», señala. «El nacionalismo se ha utilizado en TV3 para ser hegemónico», concluye. «Ha habido una campaña para transformar el proceso en el tema principal y en el único», estima Joan Botella, decano de la Facultad de Ciencias Políticas y exmiembro del Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC) entre el 2000 y el 2006. Señala que «las manifestaciones de la Diada están coreografiadas, pensadas para ser emitidas en televisión». Según el escritor y profesor de Comunicación Albert Chillón, la Corporación de Medios Audiovisuales, que agrupa a TV3 y Catalunya Ràdio, esta «manejada con exaltado sectarismo por CDC y sus satélites, ERC y CUP incluidas».

Críticas a la cobertura

Quejas de los profesionales. La tendenciosidad se percibe en las tertulias, con una aplastante mayoría de soberanistas, los informativos sesgados, la obsesión por llevarlo todo al terreno de la independencia o incluso a la información del tiempo, cuyos mapas solo muestran los llamados Països Catalans. También en las entrevistas más que amables a Mas de la periodista estrella de la cadena pública Mònica Terribas. La iconografía independentista lo invade todo.

En agosto, la junta electoral obligó a retirar la campaña de verano de TV3, que llevaba el logo Junts, como la lista unitaria. Es cierto que se emitió dos semanas antes de que se cerrara el acuerdo, pero la cadena lo mantuvo hasta que llegó la decisión. El Consejo Profesional de TV3, el Colegio de Periodistas de Cataluña y el Sindicato de Periodistas de Cataluña han expresado frecuentemente sus quejas por diversos motivos. El Consejo Profesional, por ejemplo, por la escasa cobertura dada al caso Pujol, que contrapuso a la sobredimensionada de la firma del decreto de la consulta. El Colegio de Periodistas tuvo que hacer un llamamiento a los medios públicos hace un mes para preservar, el rigor, la profesionalidad y la neutralidad de cara al 27S. Lo hizo en apoyo del Consejo Profesional, que censuró la cobertura de la firma del decreto de adelanto electoral y la posterior entrevista de Oriol Junqueras. Tratar a este como «jefe de la oposición», cuando forma parte de la candidatura conjunta con Mas, «provoca que TV3 haga el ridículo y es motivo de desprestigio para sus profesionales», señaló el Sindicato de Periodistas.

Incluso el polémico Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC), organismo creado por la Generalitat para controlar y sancionar a los medios audiovisuales, criticó un debate celebrado en mayo en el programa .Cat titulado Próxima cita: 27S en el que participaron representantes de CiU, ERC, la CUP y las asociaciones ANC y Omnium Cultural por su evidente falta de pluralismo. No había nadie que se opusiera a las tesis independentistas.

«Ven al discrepante como una anomalía»

Ha participado en tertulias de dos programas de TV3, Divendres y 23/24, en las que se significa por ser una rara avis que no defiende las tesis independentistas. Casi siempre es el único. «Estas dos tertulias, de las que puedo hablar con conocimiento de causa, están muy descompensadas», asegura el periodista y politólogo Nacho Martín Blanco. «El que tiene una opinión discrepante es retratado como si fuera una anomalía, el que discrepa es presentado como una rareza ante la opinión pública», explica. «Para mí, las tertulias de TV3 no son plurales, pero no tanto, que también, por la descompensación sino por la temática», explica.

Obsesión con la independencia

«Todo sirve para acabar hablando de la independencia. Muere Adolfo Suárez y automáticamente salen preguntas sobre qué actitud habría tenido respecto a la independencia. Lo mismo sucede con la proclamación de Felipe VI o la elección del papa Francisco. Todo acaba yendo a parar allí, resulta obsesivo», señala. Resalta lo que sucedió el 13 de septiembre, dos días después de que se celebrara la Diada: «TV3 emitió El patriota, una película en la que los colonos, que se quieren independizar, son los buenos». Y concluye: «Todo esto no es sano, no es calidad democrática, me parece poco edificante a la hora de construir una opinión pública, TV3 está encaminada y orientada a la construcción nacional», concluye.

Destitución de Catalunya Ràdio por ser de Unió y veto a Borrell

El control político asfixiante por parte de la Generalitat de los medios públicos se pudo ver claramente en la fulminante destitución de Félix Riera como director de Catalunya Ràdio. Militante de Unió Democrática de Catalunya, fue víctima de la ruptura de CiU por discrepancias sobre el proceso secesionista. La oposición calificó su cese, aprobado con los votos de los consejeros de CDC y ERC, de depuración política. Riera dejó la emisora con las mejores cifras de audiencia de los últimos diez años. La anulación a última hora de la entrevista al exministro Josep Borrell para hablar de su libro Las cuentas y los cuentos de la independencia, muy crítico con los soberanistas es una muestra más. «Es un ejemplo pequeño y casi anecdótico respecto a lo que hace TV3 en Cataluña», señala el exministro socialista.