Mas presenta un plan de siete meses para la «desconexión» de Cataluña con España

cristian reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Mas, durante su relato de las líneas de acción para estos meses.
Mas, durante su relato de las líneas de acción para estos meses. TONI ALBIR | EFE

Nombra un comisionado para la transición nacional y otro de transparencia

18 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, trató ayer de dar un impulso al final de la legislatura y anunció un proyecto a ejecutar en siete meses para dejar a Cataluña lista para la «desconexión» con el resto de España. «Debemos aprovechar a fondo los próximos meses y prepararnos por si el 27-S recibimos el mandato de la población de constituir a Cataluña en un Estado», afirmó en la sede del Gobierno catalán.

Buena parte de este plan lo pondrá en marcha Carles Viver i Pi-Sunyer, exvicepresidente del Constitucional, presidente del consejo que asesora a Mas en el proceso independentista y desde ayer comisionado para la transición nacional. Viver, que podrá asistir a las reuniones del Gobierno catalán, ha recibido el encargo de diseñar las estructuras de Estado necesarias para un país independiente, como la Hacienda propia, sobre la que ya trabaja el Gobierno catalán, o la Seguridad Social. El Ejecutivo autonómico reforzará además su acción exterior, con la apertura de las embajadas de Viena y Roma y la ampliación de la de Bruselas.

La hoja de ruta para preparar la secesión incluye asimismo el diseño de un plan de infraestructuras estratégicas que debe servir para asegurar y tomar el pleno control de su gestión, en el caso de puertos, aeropuertos, carreteras, vías ferroviarias, agua, energía y telecomunicaciones para cuando se produzca la «desconexión legal» con el resto de España.

Gestos con los republicanos

Mas puso énfasis en su perfil más soberanista para contentar a sus socios de Esquerra y también a la sociedad civil, que le criticaban porque no acababan de ver concreción en su voluntad de avanzar hacia la independencia. Tanto Esquerra como la Asamblea Nacional Catalana le piden que acelere la creación de herramientas propias de país. Como segundo gesto con los republicanos, el presidente de la Generalitat anunció que incorporará expertos propuestos por Esquerra para el diseño de esas estructuras de Estado, que a día de hoy chocan con el nivel competencial de Cataluña.

Mas se toma, en cualquier caso, con calma la negociación con Oriol Junqueras de la hoja de ruta para el día después del 27-S, consciente de que en la federación de CiU, «alguna fuerza pone interrogantes», en referencia a Unió. Más importante que el calendario es tratar de que el pacto lo suscriban el máximo de fuerzas posibles, dijo. Aun así, insistió en que si Unió no se suma «tirarán adelante» igualmente.

En una comparecencia de aroma preelectoral, con las municipales a corto plazo y las autonómicas a medio, Mas dejó entrever cuáles serán los tres ejes de la campaña de su partido: recuperación económica, independencia y lucha contra la corrupción, en este caso por la vía de tratar de desvincular a Pujol de la marca Convergència. Sobre este último elemento, el presidente de la Generalitat anunció el nombramiento de un segundo comisionado en su gabinete, la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Nuria Bassols, quien deberá impulsar medidas de transparencia en la Administración catalana. Una especie de blindaje institucional de Mas respecto al caso Pujol y al resto de escándalos que salpican a su partido.