El instructor del caso Nóos, José Castro, acepta la petición de Diego Torres, pero lo reprende por su falta de seriedad
12 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Una de las comparecencias más esperadas en la investigación del caso Nóos se suspende. Diego Torres, exsocio del duque de Palma e imputado por los supuestos delitos de malversación, fraude, falsedad documental y prevaricación, se ha acogido por segunda vez a su derecho a no declarar y ha decidido cancelar su cita ante el juez prevista para el 22 de este mes.
Torres, que ya compareció junto a su esposa el pasado 11 de febrero ante el juzgado de Palma de Mallorca, aunque los dos se negaron a declarar, justificó en el escrito que presentó su abogado ayer ante el magistrado que da marcha atrás por la situación a la que lo tienen sometido «los medios de comunicación», que hace «inviable» que pueda prestar declaración en «condiciones adecuadas». El letrado defensor de Torres, Manuel González Peeters, carga en su escrito contra la «desaforada presión mediática», «las constantes falsas afirmaciones que sin cortapisa vienen prodigándose por doquier», las «tergiversaciones sistemáticas» y los «continuos seguimientos personales» que hacen «insostenible» afrontar una comparecencia judicial con las mínimas garantías exigibles.
El responsable del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, José Castro, accedió ayer a la solicitud del abogado de Diego Torres, si bien reprendió al letrado y a su cliente por su falta de «seriedad» y por cambiar de postura, cuando fue el propio Torres quien pidió testificar hace meses. «En la referencia a la presión mediática que es común a todos los que intervenimos en esta causa, ni tan siquiera insinúa quiénes son los autores de esos seguimientos, intromisiones y ofrecimientos de que dice venir siendo objeto y a los que difícilmente por ello este juzgado pudiera poner freno», señala crítico el juez en una providencia.
Tirar de la manta
La declaración de Torres había levantado una gran expectación, ya que durante los últimos días habían corrido rumores de que el exsocio de Urdangarin estaría dispuesto a tirar de la manta y airear informaciones supuestamente comprometedoras que, incluso, podían señalar, en unos correos electrónicos, al rey. Son correos que aluden a una supuesta mediación del monarca en favor de su yerno en un proyecto vinculado a la Copa América y gestiones también de su mujer, la infanta Cristina -en un par de meses se sabrá si se la imputa en el caso por favorecer a su esposo en el mismo negocio-. Aunque fue desmentido por el letrado de Torres, incluso trascendió que el exsocio de Urdangarin al frente del Instituto Nóos exigió 10 millones de euros y un empleo para no dar a conocer las supuestas pruebas comprometedoras contra el jefe del Estado.