«Con mi desnudo solo pretendo que la gente abra los ojos, se mueva y vaya a votar»

Carlos Punzón
c. punzón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Dice que tras su posado erótico, «que me va a romper la cabeza», hay discurso político

12 may 2015 . Actualizado a las 11:21 h.

Se siente abrumada por el resultado del golpe de efecto que el partido de Sinaí Giménez, el candidato de Iniciativa Independiente de Vigo, trazó para posicionar su marca electoral en el complicado tablero político olívico. «A mi familia le está costando, pero por lo que dice la gente», reconoce Beatriz Carrera (Vigo, 1985) número 5 de la formación y que ayer rompió la barra del desconocimiento social con un desnudo para la revista Interviú.

-¿Es la primera vez que se presta a posar desnuda?

-No, ya había hecho reportajes para peluquerías de body art, desnudos tapados con pintura.

-¿Votos o fama? ¿Qué busca?

-Votos, votos. No busco fama, solo contar nuestras propuestas y o se rompe el silencio que pesa sobre candidaturas como la nuestra con ideas como este desnudo o no llegamos a la sociedad.

-Pero un poco de fama rápida...

-Yo prefiero siempre la discreción, pero con mi desnudo solo pretendo que la gente abra sus ojos, se mueva y vaya a votar y se conciencie de que necesitamos un cambio. Esto no es para mi uso y disfrute porque creo que a mí no me va a aportar nada más que rompederos de cabeza.

-¿Costó entonces convencerla para ese largo reportaje desnuda?

-Fue la propia revista la que me lo propuso y acepté. Ellos ya sabían que yo era modelo y que ahora formo parte de una candidatura política.

-¿Y vergüenza? ¿No se siente demasiado expuesta?

-Dan más vergüenza los privilegios que tiene Abel Caballero que posar desnuda. Dan más vergüenza los desahucios, la gente que no tiene para comer...

-Hay políticos que apelan al voto útil, al de cabeza, otros al voto de corazón... ¿Y usted?

-A la humanidad. Todos nacemos desnudos. El problema no está en el que se desnuda sino en los malos ojos que lo ven. Yo apelo a que la gente luche por sus derechos. A mí me da igual el dinero o la fama. Lo que quiero es que la gente que veo sufrir día a día, porque no tienen ni una ayuda para comer, que la tenga, que tengan algo que afloje un poco ese agobio. En Vigo hay mucha gente necesitada, pero por vergüenza no piden ayuda.

-Usted emigró a Estados Unidos. ¿Lo hizo por razones económicas?

-Sí. Me tuve que ir fuera a buscar algo. Monté un negocio, un puesto de comida ambulante.

-¿Apelar a esa dignidad y prestarse a un reportaje erótico son mensajes fáciles de combinar?

-Lo que piense la gente me es indiferente. Me unto en vaselina y me resbala. Yo tengo mis propios problemas, tengo un coche parado que no puedo pagar porque si lo hago tendría que dejar de pagar mis facturas y mis impuestos. Yo soy una persona normal.

-¿No ha pensado en que habrá gente que se sienta herida en su sensibilidad por su posado y por tanto no le vote? ¿Renuncian al electorado más conservador?

-Con el desnudo buscamos un impacto, la forma más impactante de llegar a ellos, a toda la sociedad viguesa para que abra los ojos porque aquí no hay posibilidad de encontrar trabajo digno.

-¿A quién achaca esa situación que denuncia en Vigo?

-A Abel Caballero y a los abeles caballeros que hay en todos los sitios. Detrás de mi desnudo hay discurso político.

-¿Corre el riesgo de que la gente vea las fotos y no lea lo que dice?

-Tienes razón, pero depende del coeficiente intelectual de cada uno. Se votan propuestas, no fotos.

-¿Aunque logre convertirse en política, no intuye que será para siempre la chica que se desnudó en campaña?

-Soy una persona normal. Voy a la playa y hago toples, voy en tacones a la compra. Esto es algo cotidiano. Vivo en el siglo XXI.