Suiza aprieta las tuercas fiscales a los emigrantes

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

ECONOMÍA

José Manuel Otero, de Lyss, y José Antonio Clavo, de Berna
José Manuel Otero, de Lyss, y José Antonio Clavo, de Berna

El fin del secreto bancario con la UE obliga a la comunidad gallega a declarar sus bienes en España

09 mar 2017 . Actualizado a las 09:22 h.

Tras las multas a los retornados, la enorme comunidad gallega que reside en Suiza (unas 40.000 personas) está inquieta ante la nueva normativa que permite el cruce de los datos bancarios de todos sus residentes en el extranjero. El secreto bancario se acabó para el país helvético, pero también para quienes residen en él.

¿Qué es lo que hay que tributar?

Las personas que trabajan en Suiza deben dar a conocer, en sus declaraciones de impuestos, los bienes, rendimientos y dividendos que poseen, sea donde sea. No para pagar por ellos (la doble imposición se evita gracias a convenios), sino para calcular cuánto tienen que abonar en sus pagos. O, en su caso, incluso para cobrar unas prestaciones sociales. No es lo mismo recibir una renta cuando no se tiene nada que cuando el beneficiario es titular de varias propiedades o cuentas en España, por ejemplo.

¿Esto es nuevo?

No. Hay que hacerlo desde siempre. Otra cosa es que no había mecanismos para comprobarlo. Ahora ya los hay. El intercambio automático de datos fiscales entre Suiza y la UE comenzó el 1 de enero. De momento, solo para datos bancarios, pero si hay rentas asociadas a inmuebles también se detectarán. Los residentes tienen todo este año para hacer la declaración de su patrimonio. Con carácter general, habrá que abonar todo lo pendiente en los diez últimos años.

¿Cómo se sabrá la cantidad?

De momento, es muy complejo, ya que el sistema se está poniendo en marcha y en Suiza los cantones tienen su propio régimen fiscal, lo que dificulta en exceso tener una idea clara. Incluso muchos municipios poseen prerrogativas hacendísticas, con lo que el lío es aún mayor. Habrá mucha variación de uno a otro por cuestiones de mínimos (no es lo mismo hacerlo a partir de 50.000 euros que pueden fijar en un cantón que de 250.000 euros, en otro, por poner un ejemplo); las herencias solo están obligadas por tres años, las desgravaciones también son distintas... Los consultados recomiendan asesorarse con los expertos.

¿Cómo está reaccionando la comunidad gallega?

Con temor e inquietud, salvo aquellos que o bien han declarado siempre todo, o bien no tienen patrimonio en España o es escaso. Son muchos los que se quejan de que nunca nadie les avisó de la necesidad de declarar esos bienes. También lamentan que, al contrario de lo que hace Portugal, el Gobierno español no pone en marcha campañas informativas. Así que los centros gallegos organizan multitudinarias asambleas por todo el país. Las dos más inmediatas serán este sábado, una en Berna (asistirán cerca de 300 personas) y otra en Liechtenstein, que en todo caso tiene un régimen un tanto diferente. El temor se incrementa con la nueva normativa penal que afecta a los extranjeros, en vigor desde el año pasado, con castigos muy severos para casos de evasión fiscal, por poco que sea.

«Nunca nos dixeron nada»

José Antonio Calvo, de Zas, vive en Berna desde hace 26 años (tiene 42). Está al frente de un centro vital para los gallegos, A Nosa Taberna, y antes tuvo el restaurante del Centro Galego y el de O Feitizo. Se queja de que nunca les explicaron que había que declarar los bienes en España: «Nunca nos dixeron nada, nin a min nin a moitos. Eu pago os impostos en oficinas especializadas e nunca o comentaron. Se o fixeran, xa iría abonando todo o que correspondía e non sería necesario ter que facelo todo dunha vez», señala. Eso, en caso de que le toque pagar, que tampoco lo sabe. Reconoce que hay mucha incertidumbre. Ha organizado un acto informativo para el sábado (14 horas), al que acudirán la mayor parte de las 260 personas anotadas para un cocido posterior en el mismo lugar.

José Manuel Otero Duarte (52 años, 29 en Suiza) es de Valga. Vive en Lyss, donde fue el presidente del centro gallego, lo mismo que del Consejo de Residentes Españoles en Berna-Basilea. Está atento a todo lo que pasa, pero reconoce que «a cousa é complicadísima, a xente está moi desorientada, non sabes moi ben o que facer». Cree que la mayoría optarán por la autodeclaración de bienes, pagar y punto.