El minifundismo lastra el monte gallego

a. cuba ORTIGUEIRA / LA VOZ

ECONOMÍA

Pilar Canicoba

En Galicia hay unos 672.000 propietarios forestales, un sector que genera 70.000 empleos y encara importantes desafíos

11 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La fragmentación de la propiedad -en Galicia hay 672.000 dueños de montes: el 70 % de los dos millones de hectáreas de superficie forestal pertenece a particulares y casi el 30 % es de comunidades vecinales- y la falta de planificación y ordenación lastran un sector con gran potencial. El clima es garante de productividad, pero solo una gestión profesional y un plan forestal efectivo, que incentive la agrupación de la propiedad, asegurarían la máxima rentabilidad. 

¿Por qué el monte gallego está tan desordenado?

La estructura de propiedad constituye el principal problema por su complejidad. «Tanto la particular, por el minifundio», como apunta Jacobo Feijoo, presidente de la Asociación Sectorial Forestal de Galicia (Asefoga), como la comunal, «por los problemas de gestión que genera», en opinión de Santiago García, decano del Colexio Oficial de Enxeñeiros Técnicos Forestais de Galicia. La división de la propiedad se traduce «en el fraccionamiento de la gestión», constata Alejandro Oliveros, director de explotación forestal de Ence. Falta profesionalización, con la excepción de algunas asociaciones de productores. El abandono del campo representa otro lastre -García asegura que «más del 50 % de los propietarios en Galicia son absentistas»-, igual que la complejidad normativa, por la incertidumbre que genera, subraya Oliveros. 

¿Qué papel desempeñan las asociaciones de productores de madera?

«Agrupamos la gestión de propietarios particulares y comunidades de montes; damos servicios técnicos, facilitamos el acceso a las ayudas públicas de forestación, mejora silvícola, certificación forestal, lucha contra plagas y enfermedades, prevención de incendios y ordenación forestal (...). Trabajamos para dar transparencia al mercado de la madera», explica el responsable de Asefoga. Ramón Reimunde, presidente de Promagal (federación que aglutina 25 asociaciones de productores del norte de A Coruña y A Mariña lucense) propugna la «reivindicación social» y el control «da madeira e dos montes» para lograr, entre otros desafíos, «prezos dignos». 

¿Hay una guerra entre las mancomunidades por explotar los montes?

El presidente de Asefoga, que representa a pequeños propietarios, montes vecinales en mano común, industria o técnicos, ve «un fracaso general de la propiedad vecinal, con un tercio de las 2.900 comunidades de montes en estado claro de grave abandono». Feijoo ve necesario «atraer inversión pública y privada a las comunidades de montes, porque Galicia no puede permitirse tener solo un 25 % de sus 600.000 hectáreas en mano común correctamente gestionadas». 

¿Quién compra la madera producida en Galicia?

Ence es el principal comprador de madera de eucalipto y Finsa lidera la adquisición de pino. Las exportaciones de madera y mueble ascendieron a 567,8 millones de euros en el 2014, según Confemadera. Si se suman las ventas al exterior de pasta de papel, la cifra se eleva hasta los 749,4 millones, el 25,8 % de las ventas del sector en el extranjero a nivel nacional. Galicia mantuvo el liderazgo por segundo año consecutivo. Portugal es el principal cliente de la madera y los muebles gallegos, con pedidos por 212,7 millones; seguido de Francia (58,6). Reino Unido (35,8), Países Bajos (26) y Marruecos (24). En cuanto a los productos exportados, 181,6 millones corresponden a pasta para papel, 141,1 a tableros de fibra, 138 a muebles, 122,4 a madera en bruto y 59,5 a tablero de partícula. 

¿Cuántos gallegos viven del monte, de la madera?

En Galicia hay unos 672.000 propietarios forestales. Confemadera estima que en el 2014 cerca de 70.000 productores, el 10,4 % del total, cortaron madera y percibieron por ello 280 millones de euros. El volumen de las cortas ascendió a 7,5 millones de metros cúbicos (en el 2013 fueron 7,8). 

¿Cuántos puestos de trabajo genera el sector?

El sector forestal genera alrededor de 70.000 empleos, directos e indirectos, y representa el 30 % de las industrias asentadas en 52 municipios rurales, según el Instituto Galego de Estadística (IGE). Confemadera destaca que el peso del sector forestal y transformador de la madera en la economía gallega supone el 9,9 % del valor añadido industrial y el 12,4 % del empleo del sector secundario (en algunos concellos del interior la cifra se eleva al 50 %). La facturación de la primera transformación (rematantes, aserraderos, tablero y pasta) ascendió en el 2014 a 1.386 millones, un 12,7 % más que el año anterior. Las empresas de carpintería y mueble facturaron 358 millones, un 3 % más que en 2013.

¿Qué están haciendo otras comunidades?

Galicia produce más del 50 % de toda la madera del Estado, «y no existe ningún modelo a seguir porque la estructura de propiedad es totalmente distinta», remarca el decano del colegio de ingenieros. «El caso forestal de Galicia es tan singular -coincide Jacobo Feijoo- que no nos valen fórmulas ni políticas de otras zonas, con condiciones físicas y climáticas distintas, otras especies y otro tipo de propiedad». 

¿Y en otros países? ¿Hay algún modelo a seguir?

Alejandro Oliveros cita Suecia «como modelo claro de integración de propietarios e industria», lo que redunda en una mayor competitividad. Y Santiago García, Finlandia, «donde se optó por crear sociedades; los propietarios tienen un porcentaje en función de su superficie y se gestiona como tal sociedad». 

¿Se puede llegar a sustituir el eucalipto por masa forestal autóctona?

El responsable de Asefoga recuerda que las frondosas ocupan un tercio de la superficie forestal gallega, pero apenas aportan un 10 % del valor de la madera. Oliveros señala que más del 50 % de la madera que se corta en Galicia es de eucalipto y ocupa «solo» el 15 % de las plantaciones. «El mercado demanda celulosa (...). Si pudieras ordenar el monte podrías producir más eucalipto con menos superficie y dedicar más a otras especies, por biodiversidad, pero no por mercado», indica Santiago García. 

¿Hay inversores extranjeros interesados en la madera gallega?

«Hay claro interés de grandes multinacionales en la Península (...), fabricantes de tableros y firmas dedicadas a la celulosa. En cualquier momento podrían dar una sorpresa y hacerse con empresas emblemáticas del sector de la madera en Galicia. El reto no es vender madera en el mercado internacional, sino transformarla y darle valor añadido aquí», opina Jacobo Feijoo.