«La fuerza del textil está en tener en Galicia su poder de decisión»

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

CESAR QUIAN

Los marcas gallegas buscan su sitio en un nivel medio alto del mercado, fabricando series más cortas

18 may 2016 . Actualizado a las 21:51 h.

Galicia tiene una potente industria textil que, al margen del gigante Inditex, suma medio millar de pequeñas y medianas empresas. José Antonio Conde, presidente de la patronal Cointega (Confederación de Industrias del Textil de Galicia) y del Clúster Textil-Moda dice que es un sector bipolar, pero que juega bien en las dos divisiones. El año pasado alcanzó los 20.000 millones de facturación, y la cifra récord de 4.500 millones de ventas en el mercado extranjero. Y eso, a pesar se que las ventas locales no acompañan. «El mercado nacional sigue en compás de espera, ahora por la situación política que hace que el consumo esté estanco», afirma el responsable también de la firma textil Confecciones Esquío (Alba Conde).

-La apertura de tiendas fuera de Galicia y de España es un signo de buena salud, de que el sector va como un cohete, ¿no?

-Sí y no. El textil es un sector importante para Galicia, que está evolucionando y aportando facturación, exportaciones e imagen internacional. Nuestra fortaleza está en tener en Galicia el poder de decisión, algo importante que en ocasiones no se tiene en cuenta. Pero no es momento de quedarse estancado. Necesitamos crecer y posicionarnos para coger un mejor hueco de mercado.

-¿Se refiere a llenar el hueco que ha dejado vacío la clase media?

-Nada desaparece de golpe. La clase media ha disminuido, el mercado cambia, evoluciona, y las empresas tenemos la obligación de adaptarnos, e ir acompañando a esos nuevos gustos.

-Dos de cada tres tiendas de moda que abren en Galicia son «low cost». ¿Es ahí donde está el gran mercado?

-El low cost es un fenómeno imparable, pero un mismo consumidor entra en muchos sitios y compra en muchos sitios diferentes. Nosotros, nuestra industria, tenemos que competir por arriba, combatiendo el low cost con calidad y moda. Debemos apostar por un mayor reconocimiento de marca.

-¿Marca Galicia o Marca España?

-Yo apuesto por mi marca. Hay empresas que sí están entrando en la etiqueta Marca España, porque es cierto que puede beneficiar a las que no son conocidas o no tienen una enseña propia. Pero para una firma reconocida la etiqueta Marca España aporta muy poco.

-¿De ahí también el rechazo a las acciones internacionalización conjuntas que patrocina la Xunta?

-Es que las salidas en grupo son muy difíciles, porque aunque todas somos empresas textiles, en realidad, somos rivales en el mercado. No somos enemigos, pero yo tengo que apostar por mi firma. Podemos hacer acciones conjuntas, pero siempre con las marcas por delante. No podemos ir mezclados, no tiene sentido. Por eso hay convocatorias que no hacemos, porque no las vemos, y es dinero público que no gastamos.

-¿No son entonces un sector tan mimado como parece por parte de la Xunta?

-¡Qué va! La Administración siempre nos critica. Nos dice que no presentamos iniciativas innovadoras, que no hacemos mucha I+D, pero yo tengo que apostar por lo que estoy vendiendo. Un empresario me decía el otro día que si delante de la palabra textil le pusiéremos el prefijo «bío» o «tecno» seguro que seríamos preferentes para la consellería.

-¿Sudamérica es el gran objetivo del textil gallego?

-Teóricamente sí, pero los mercados evolucionan y depende también del producto de cada uno. Soy más partidario de multimercados que de monomercados. Es mejor poner los huevos en distintas cestas. Rusia o Brasil eran emergentes hasta hace nada y los dos están sufriendo. Hay una gran expansión hacia los países árabes, pero también se resienten del desplome del petróleo. Y no hay que olvidarse de la vieja Europa. Irlanda se está recuperando mejor que España.

-Portugal es ahora el gran aliado del textil gallego para confeccionar a bajo coste. Cataluña ha iniciado la relocalización. ¿Coser en Asía ya no es negocio?

-Si volvemos a fabricar en Europa es por dos motivos: porque la moda cambia de forma más rápida y se hacen series cortas; y por la caída del consumo, que obliga a diversificar mucho y a hacer tiradas más cortas. Con estas cifras, Asia ya no compensa, y hay que volver a fabricar en proximidad, por eso se vuelve. En Cataluña se está relocalizando algo la industria, sí, pero muy poquito. Aquí seguimos apostando por Galicia, complementando la producción con Portugal.

-Lo que está convirtiendo a Portugal en una potencia textil.

-Portugal está aumentando mucho la producción textil, pero no solo por Galicia, sino por países de toda Europa. Porque está cerca y el servicio es más rápido .

-¿Es impensable entonces volver a montar talleres para coser en Galicia?

-El textil ha reducido mucho su tejido industrial en Galicia y es muy difícil reconstruir lo que se ha perdido. Para empezar, los costes salariales son más altos que los que ofrece Portugal. Creo que lo importante es mantener lo que hay. Yo veo muy difícil que vuelva a producirse un crecimiento de talleres, porque, además, ya nadie fabrica grandes cantidades.