La rescatadora del naval gallego se bate en retirada

m. s. d. VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

GUSTAVO RIVAS

Pemex se comprometió a construir hasta 21 buques en astilleros públicos y privados de la comunidad. Pero la realidad, a día de hoy, se resume en dos floteles

02 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

México tiene un problema. Petróleos Mexicanos (Pemex), la mayor compañía del país, ha entrado en barrena y lo ha hecho poco después de lanzarse al rescate de la industria naval gallega. Pese a sus promesas incumplidas, lo cierto es que Hijos de J. Barreras y Navantia, los dos mayores astilleros gallegos, punteros y referentes en la industria de la construcción naval en el mundo, volvieron al trabajo después de 6 años sin conseguir firmar un contrato. Pemex eligió sus ofertas para construir dos floteles. Era el principio de una buena relación de intereses: la petrolera quería construir su flota con la mejor tecnología y al menor coste. A cambio, los astilleros gallegos, en plena crisis del tax lease, conseguirían carga de trabajo.

En este tiempo, la compañía ha llegado a comprometerse a construir hasta 21 buques en astilleros públicos y privados de la comunidad, una carga de trabajo suficiente para generar 4.000 nuevos empleos. Pero la realidad, a día de hoy, se resume en dos floteles. La compañía que ahora dirige González Anaya está metida en un pozo de complicada salida. Sus debilitadas finanzas, que al final le ha costado el puesto de director general a Emilio Lozoya, preocupan y generan incertidumbre en Galicia.

Agujero negro insostenible

Esta semana hacía públicas las mayores pérdidas de su historia: casi 30.000 millones de dólares en el año 2015 (más de 27.900 millones de euros). Un agujero negro insostenible, efecto tanto de su anquilosada estructura (150.000 empleados y 100.000 pensionistas) como del impacto de la caída del precio del crudo, el descenso de la producción, así como la depreciación del peso.

Los recortes serán brutales este año para intentar recomponer el rumbo. Las áreas de exploración y producción se verán afectadas y se reducirán las inversiones en aguas profundas, lo que generará una disminución de 100 mil barriles diarios de petróleo. Este capítulo es especialmente importante, porque es en el que se enmarcaban las necesidades de renovación de la flota mayor de Pemex. La compañía llegó a hablar de la construcción de hasta seis nuevos floteles que, en el actual contexto, difícilmente llegarán a licitarse.