Las cinco corbetas de Arabia Saudí supondrán cuatro años de trabajo

beatriz couce FERROL / LA VOZ

ECONOMÍA

José Pardo

Los astilleros gallegos asumirían la mayor parte del contrato que ultima Navantia

16 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuatro años de carga de trabajo. Es la repercusión en el empleo que implica el contrato de construcción de cinco corbetas que Arabia Saudí ultima con los astilleros públicos de Navantia. En España están listos todos los permisos a la empresa que preside José Manuel Revuelta, aunque aún resta la luz verde definitiva por parte de la familia real saudí, lo que se espera que se produzca en breve.

El encargo -basado en el modelo Avante 2.200, aunque de mayor tamaño- está llamado a convertirse en el mayor pedido firmado hasta el momento por las factorías públicas y en un auténtico salvavidas para la compañía, a la que podría despejar su viabilidad a medio y largo plazo. Porque no implica solo la fabricación de los navíos, sino también la formación de las dotaciones en el manejo de los equipos, el adiestramiento de las tripulaciones en la operación de los buques e incluso transferencia de tecnología al naval del país, además del mantenimiento de las unidades.

La ejecución de los barcos se solapará y, a diferencia de lo que venía sucediendo en la anterior década, cuando era habitual que en cada botadura se colocase la quilla del siguiente de la serie, lo que provocaba entregas de los navíos con una carencia aproximada de un año y medio, en este pedido los hitos se sucederán más rápido. En torno a unas 2.000 personas de las plantillas principales y las auxiliares trabajarán en el pedido. Aunque la previsión con la que trabaja Navantia es la de repartir la tarea entre el astillero ferrolano y el de San Fernando (Cádiz), que son los que actualmente adolecen de menor ocupación, será la planta gallega la que asuma un mayor protagonismo en el contrato. En esta última etapa de los astilleros públicos españoles la adjudicación del trabajo no atiende únicamente a criterios de especialización, sino que toma en cuenta las necesidades de ocupación de las distintas factorías. La crisis de pedidos que vació las gradas de los centros ha propiciado, consecuentemente, que cada encargo haya sido repartido, aunque de forma desigual. Así, los cuatro petroleros encargados por la naviera Ondimar el pasado verano se fabricarán mayoritariamente en la factoría gaditana de Puerto Real, y en Ferrol se construirán únicamente los módulos de proa. Por ello se prevé que gran parte del contrato con Arabia Saudí se lleve a cabo en Ferrol, que también aspira a ganar el contrato para la construcción de dos buques logísticos para la Marina de Australia, que se dirimirá en los próximos meses.

Aunque las condiciones del encargo están totalmente negociadas con la Marina saudí, se desconoce la fecha en la que se procederá a la firma. De ello dependerá el que la construcción pueda iniciarse este mismo año.