El nuevo año traerá bajo el brazo algunos alivios impositivos

Ana Balseiro
a. balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

A la aplicación total de la reforma del 2014, con bajada en el IRPF, se suman en Galicia otras rebajas fiscales

31 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El año arranca con congelación de precios, sí, y alguna alegría fiscal. A partir de mañana la reforma fiscal aprobada por el Ejecutivo en el 2014 desplegará completamente sus efectos. La traducción práctica será algo más de liquidez en los bolsillos de los contribuyentes, que en el caso de Galicia se complementará con novedades impositivas propias que potenciarán dicho efecto. Los principales cambios fiscales, que además de a las personas físicas también afectan a empresas y a autónomos, son estos:

IRPF

Rebaja de tipos del ahorro. En aplicación de la reforma fiscal, desde mañana los tipos impositivos de la base del ahorro del Impuesto sobre la Renta se rebajan medio punto, quedando en el 19 %, 21 % y 23 % en una escala de hasta 6.000 euros, entre 6.000 y 50.000 euros y a partir de 50.000 respectivamente. Debido a la buena marcha de la economía, el Gobierno adelantó el pasado julio (con efectos desde enero del 2015) la rebaja de la tarifa general prevista desde el 1 de enero del 2016.

Módulos

Cambios en el régimen de tributación. Los autónomos que hasta ahora declaraban el rendimiento neto de su actividad económica a través del régimen de estimación objetiva, conocido popularmente como módulos, se encontrarán desde mañana con cambios importantes. Uno de los principales es que muchos de ellos pasarán a tributar por estimación directa, aunque Hacienda finalmente ha pospuesto hasta el 2018 la reducción del límite de facturación para declarar por módulos, que ahora debería haberse rebajado a 125.000 euros, pero que se mantendrán en 250.000 de forma transitoria dos años. De este modo podrán seguir en estimación objetiva multitud de pequeños negocios que se relacionan directamente con el consumidor final: desde peluquerías a taxistas y todo tipo de comercios. A quienes ya no se les permitirá tributar por esos módulos será a las actividades vinculadas a la construcción o fabricación.

Sociedades

Bajan los tipos. En virtud de la reforma fiscal y al igual que ocurre con el IRPF, también tenemos a las puertas una bajada de tipos en el Impuesto de Sociedades, el que abonan las empresas sobre sus beneficios, que pasará el general del 28 al 25 %. El Registro de Asesores Fiscales del Consejo de Economistas recuerda que las entidades parcialmente exentas, como asociaciones, patronales o colegios profesionales, solo evitarán declarar si se cumplen tres premisas: sus ingresos no exceden los 75.000 euros anuales, sus rentas exentas no sobrepasan los 2.000 euros, y si dichas rentas están sometidas a retención.

Novedades en Galicia

Desde mañana, la Xunta aplicará rebajas impositivas en tres ámbitos: IRPF, Sucesiones e impuestos en el ámbito rural. El impacto se estima en 140 millones al año, lo que la convierte, según Facenda, «en la mayor rebaja fiscal de la historia de Galicia».

IRPF. Complementando la reforma fiscal estatal, la Xunta aplicará una rebaja de carácter progresivo en su tramo autonómico, que dice beneficiará al 98,5 % de los contribuyentes gallegos, con un ahorro medio de entre 50 y 380 euros anuales por contribuyente. Este último supuesto solo se dará en los ciudadanos con base liquidable de 20.200 euros. Con 12.450 euros, la reducción será de 249 euros; y con 40.000 euros, 142 de ahorro. La rebaja «se notará más en las rentas bajas y medias, y situará a Galicia entre las comunidades con la menor tributación en estas rentas», dice Facenda.

Impuesto sobre sucesiones. Se elevará el mínimo exento de tributación a 400.000 euros a partir de mañana. De este modo, el 99 % de los gallegos no tendrán que pagar este impuesto en el momento en que hereden como hijos, padres, abuelos, nietos o cónyuges, mientras que el 1 % restante también pagará menos. La comunidad se situará entre las que menor tributación en sucesiones. El objetivo es mantener íntegro el patrimonio y la capacidad económica de la familia que pierde, en muchas ocasiones, la renta que aportaba el difunto.

Programa de impuestos cero en el rural. Pretende favorecer la actividad en el campo, de forma que ninguna transmisión de fincas en suelo rústico pagará el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales. También dejará de tributar la transmisión o ampliación de explotaciones agrarias, mientras que las agrupaciones de fincas rústicas tampoco tendrán que abonar el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados.