Navantia reestructurará la plantilla con jubilaciones parciales y contrataciones

En el astillero de Fene, 257 de sus 303 trabajadores soplarán a lo largo del próximo año 60 velas. «O se producen incorporaciones para poder trabajar o esta plantilla se desintegra sola», advertía hace pocos días el presidente del comité de la antigua Astano. Pero el envejecimiento del cuadro de personal de los astilleros públicos es un denominador común a todas sus plantas, por lo que los representantes de los trabajadores han intensificado en los últimos meses su demanda de rejuvenecimiento de la plantilla. Navantia, que ya había realizado un estudio sobre las características de su censo de empleados y de las necesidades presentes y futuras de sus distintos departamentos, anuncia ahora que atenderá esta petición, a través de un plan industrial aún sin cuantificar.

La compañía pública considera que la elevada edad media de los trabajadores facilitará la negociación para llevar a cabo el próximo proceso de negociación que, según fuentes de la empresa, será objeto de un debate profundo con los sindicatos, a los que asegura que dará la máxima importancia. Los responsables de los astilleros rehúyen hablar de prejubilaciones y destacan que, para efectuar el ajuste, la edad no será el único criterio, ya que la compañía no está dispuesta a perder capital humano experimentado ni repetir errores del pasado. Los últimos planes de reestructuración de plantilla se llevaron a cabo con un corte de edad máxima y sin planificar el relevo. Así, en la última reconversión, en el 2004, se fueron prejubiladas 1.400 personas solo en los dos astilleros de la ría ferrolana sin que entrase savia nueva a la compañía. Algunos gremios se quedaron completamente descapitalizados y otros con escasa operatividad. La última vez que se produjo una convocatoria pública de empleo fue en el 2001.

Por ello, la firma sostiene que acometerá el ajuste, que ya se ha planteado a las cúpulas de los sindicatos, con el desarrollo de planes de sucesión y de rejuvenecimiento negociado. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, se manifestó en Cádiz en ese mismo sentido, al asegurar que se están planteando fórmulas que posibiliten «formar a nuevos trabajadores desde la experiencia de los que ya están en la empresa, es decir, con contratos de relevo». Permitiría la transmisión de conocimientos desde los más experimentados hacia las nuevas incorporaciones, garantizando la continuidad operativa de los gremios.

Navantia cuenta actualmente con alrededor de 5.500 trabajadores, 2.200 de los cuales se encuentran en las antiguas Astano y Bazán. Aunque todos los centros padecen un envejecimiento acusado de las plantillas, están especialmente afectados los de Fene y Cádiz, en su planta dedicada específicamente a las reparaciones de buques.

El ajuste del cuadro de personal se enmarca en un plan industrial que lanza la compañía para el período 2016-2020. Fuentes de la empresa que preside José Manuel Revuelta sostienen que las previsiones son las de poner en marcha este programa, que se lanza no obstante cuando restan 20 días para las elecciones generales, en los próximos meses, una vez presentado a su consejo de administración.

Una estrategia con un salto tecnológico para hacer barcos más baratos y en menos tiempo

La presentación de un plan industrial que garantice la viabilidad de los astilleros públicos españoles, con un programa de saneamiento financiero y el rejuvenecimiento de plantillas, es la principal demanda que llevan planteando desde hace meses los sindicatos. La empresa pública liga ahora a la obtención de nuevos contratos -con las expectativas puestas en el concurso abierto por la Armada de Australia para la compra de dos buques logísticos- la estabilización de sus cuentas. Pero además, anuncia que basará su programa de futuro en tres ejes: un plan comercial y de producción, la reestructuración de la plantilla y la consolidación de la transformación de la compañía con el fin de incrementar su competitividad.

Navantia insiste en que la Armada española continuará siendo su prioridad, y así lo recordó su presidente, José Manuel Revuelta, en la última jornada sobre el presente y el futuro de la compañía pública. Sin embargo, se marca como objetivo el incremento de la exportación militar, la consolidación del sector civil, con la diversificación hacia nuevos mercados, y la venta de servicios.

Astillero 4.0

Otro de los proyectos en los que está inmerso la compañía, a través una unidad mixta con la Universidad, es el bautizado como Astillero 4.0. Una modernización tecnológica que tiene como fin básico la producción de barcos en menos tiempo y a un coste menor.

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