Pescanova alcanza 70 millones de beneficio bruto, tras cerrar el ejercicio en noviembre

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Acaba el 2014 con más de 1.000 millones en ventas, sin contar la campaña navideña

06 dic 2014 . Actualizado a las 10:15 h.

La marca Pescanova no solo sigue indemne en el mercado, sino que parece haber salido reforzada del largo proceso concursal en el que todavía sigue inmersa (10 filiales españolas en suspensión de pagos). «Los clientes se han solidarizado con la empresa», dicen fuentes conocedoras de los buenos resultados.

Según el avance de las cuentas del 2014 cerradas a 31 de noviembre -lo hace un mes antes para evitar una mayor tributación, como consecuencia de la reforma del impuesto de sociedades que entrará en vigor en el 2015-, la compañía alcanzó un beneficio bruto de explotación (ebitda, beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de 70 millones de euros, frente a los 60 registrados en el 2013.

Según estos primeros datos que han trascendido de la contabilidad del grupo pesquero, las ventas de Pescanova se mantienen por encima de los 1.000 millones de euros, pese a que el cierre del ejercicio no incluye el mes de diciembre, en el que la compañía acostumbra a hacer la mejor caja del año. De haber contabilizado los 12 meses, la facturación del 2014 habría superado considerablemente los 1.200 millones de ventas registrados en el 2013.

El avance de las cuentas confirma que, como viene siendo habitual, el último trimestre del año es el más productivo y rentable de la compañía. Hasta septiembre, las ventas se situaban en una tónica descendente (disminuyeron un 7,5 % en los nueve primeros meses), hasta colocarse en 706 millones, en línea con la tendencia a la baja en el negocio de los congelados que se venía observando desde principios de año, aunque con una cierta mejora progresiva. Así, en el primer trimestre sus ventas se desplomaron un 26 %, mientras que en el segundo lo hicieron un 17 %.

Una máquina de facturar

«Lo que confirman estos números es que Pescanova sigue siendo una máquina de hacer dinero, que el proyecto siempre ha sido bueno, y que lo que ha fallado es la gestión», analizan fuentes conocedoras de esta contabilidad del 2014, todavía pendiente de auditar, y cuyo contenido íntegro no se dará a conocer a la CNMV hasta el primer trimestre del 2015.

Con todo, no hay que olvidar que Pescanova es todavía una empresa en riesgo de liquidación, tal y como recordó la propia compañía en la junta extraordinaria de accionistas que se celebró el 26 de noviembre.

En mayo de este año, antes de la aprobación del convenio de acreedores, el grupo Pescanova tenía un patrimonio neto negativo de 2.237 millones. Al cierre de septiembre, y una vez saneada la matriz, Pescanova SA, la compañía mantiene todavía un agujero matrimonial de 432,4 millones, con una deuda bancaria reducida a 1.000 millones, dividida en varios tramos de intereses y plazos de pago (el más largo, de hasta 20 años).

Esto es así porque las 10 filiales españolas del grupo que están en concurso de acreedores acumulan una deuda superior a los 800 millones de euros, según la información comunicada por la compañía en su última junta de accionistas en la que, si algo quedó claro, es que Pescanova no estará a salvo de la liquidación hasta que se cumplan las premisas del convenio de acreedores.

De momento, el proceso avanza de forma más lenta a la prevista, debido a los procesos concursales iniciados por la vía ordinaria después del verano.

Ampliación de capital aplazada

El nuevo calendario retrasa la ampliación de capital (150 millones) a mediados del 2015. Esa operación, que diluirá prácticamente por completo a los actuales accionistas, dará el control de Pescanova a los banca acreedora, que intercambiará de este modo deuda por acciones.