Desafiando a la UE

ECONOMÍA

29 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

En Brasil lo tienen claro. Ayer el nuevo ministro de Economía, Joaquim Levy, afirmó que el objetivo es alcanzar el superávit primario y dejarlo en el 2 %. Esa es la estrategia fiscal brasileña, el superávit del gasto corriente. Vamos a tener que mandar a algunos dirigentes europeos a realizar estancias académicas a Sao Paulo. Quién nos diría.

Era predecible que Francia e Italia desafiasen a la UE. En estos momentos en que el objetivo es calentar Europa, parece que el discurso de la austeridad pierde sentido. Tiene lógica. Pero, que los titulares no distorsionen la realidad. Una cosa es la visión mística de la austeridad, tesis germana; y otra soportar la ineficiencia en el gasto público para evitar protestas sociales, tesis de Hollande. Y aquí ya entramos en el juego político. Vende desafiar a Bruselas. Pero retirada la bambalina mediática, comprobamos que Francia e Italia esperan contentar a Bruselas retirando del presupuesto el gasto que iban a ejecutar con el ahorro financiero que obtuvieron con la bajada del coste de la deuda. Es decir, ajuste sin coste electoral aparente. Y digo aparente, porque solo es eso, aparente.

Los socios centroeuropeos, al igual que Portugal, por su parte, deben liberar al sector privado de una economía excesivamente estatalista. Solo la inversión privada y el consumo doméstico tienen la fuerza motriz necesaria para arrastrar a una nación hacia el crecimiento. Y si deseamos soltar el freno de mano que paraliza Europa, debemos reducir deuda a la vez que bajar las cargas fiscales que retraen la inversión y penaliza las rentas del trabajo

¿Y España? Los ojos de Bruselas también nos señalan, pero aquí sí hay consenso social sobre lo que toca hacer: reformar la Administración pública y redefinir el mapa territorial. ¿Lo haremos? Todo indica que no, no aparece en la agenda gubernamental. ¿Habrá mas ajustes? Improbable. La reducción de los costes financieros del Estado y la mayor recaudación fiscal le darán cobertura a la inmovilidad de Rajoy.

Venancio Salcines es presidente de la Escuela de Finanzas.