Damm dice que lo de Pescanova fue «una puñetera estafa»

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Carceller perdió el pulso con la banca por el control de Pescanova.
Carceller perdió el pulso con la banca por el control de Pescanova.

Demetrio Carceller, que sentaba en el consejo a su hermano José, reconoce su frustración por perder la empresa ante los bancos

01 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El presidente del grupo Damm, Demetrio Carceller, se siente estafado por la Pescanova que presidió Manuel Fernández de Sousa. La misma de la que fue el segundo mayor accionista (ha sido desbancado por Carolina Masaveu) y que cogobernó desde el puesto del consejo de administración que ocupó durante años su hermano José Carceller.

«Ha sido una puñetera estafa. Nos han estafado 40 millones de euros», afirmó en una comparecencia ante los medios previa a la junta de accionistas de su empresa. «De Pescanova no vamos a comer, nos han comido 40 millones, nos han metido la mano en la cartera... y a otros los han estafado más», dijo, en alusión al desfase contable que acabó abriendo un agujero patrimonial en el grupo de 2.360 millones.

Carceller se declaró víctima de la compañía porque no prevé recuperar el dinero perdido, pese al proceso judicial emprendido contra la multinacional hace un año, cuando Damm se adhirió en calidad de «perjudicado» a una querella ya presentada contra el expresidente de la empresa, Manuel Fernández de Sousa.

El presidente de la cervecera, que durante el año largo en que Pescanova estuvo en concurso de acreedores (desde abril del 2013 a junio del 2014), trató de hacerse con el control de la compañía, habló ayer por primera vez del proceso que perdió frente a los bancos, que son los que finalmente han logrado sacar adelante el convenio y levantar el concurso.

Sentimiento de frustración

«Hay un cierto nivel de frustración», reconoció el dueño de Damm, que tras perder el pulso con la banca abandonó el consejo de administración de Pescanova el pasado mes de mayo, junto al fondo de inversión Luxempart, su socio en el malogrado plan de la cervecera para hacerse con el grupo pesquero.

La refundación de la compañía que lideran ahora los siete bancos con más deuda en Pescanova (Sabadell, Popular, Caixabank, Abanca, Bankia, BBVA y UBI) es un plan con el que Carceller se muestra escéptico. «Nosotros teníamos buenos socios: Luxempart, KKR, Ergon. Otros han preferido hacerlo solos», dijo en referencia al convenio aprobado; lamentando «la falta de liderazgo» que percibe en el proyecto de los bancos, con los que fue incapaz de llegar a un acuerdo para un rescate conjunto.

«Nosotros pensábamos que la compañía tenía una oportunidad», afirmó Carceller, que mostró su reconocimiento al comportamiento de la plantilla. «Los trabajadores han sido de diez, se merecían sacar la empresa adelante», afirmó.

Pese a todo, aseguró que «es un tema pasado». «Se acabó. Ni una lágrima más por Pescanova», dijo Carceller, que deseó lo mejor a la firma gallega para el futuro. El grupo cervecero cerró el 2013 con unos ingresos de 909 millones, y un beneficio neto de 70 millones.