El calado de las nasas enroca la negociación del plan del pulpo

Xurxo Melchor / Espe Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Mar se niega a dar marcha atrás en la imposición de los precintos

05 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Gritos, calmas, tensiones y abandonos. Ocho horas de reunión dan para mucho. Para acercamientos, distanciamientos, nuevos acercamientos, amagos de ruptura... Acuerdos, al menos al cierre de esta edición, no hubo. Y no parecían estar cerca, pues desde dentro se indicó a los marineros que se concentraban en el Obradoiro que se fueran para sus casas porque eso iba para largo. Pasadas las diez de la noche, Mar y sector seguían discutiendo sobre el polémico plan de explotación del pulpo, que ha provocado el amarre de una parte importante de la flota y mantiene paralizados por completo los principales puertos polbeiros, como Ribeira, Bueu, Camariñas o Baiona.

Hubo cofradías que se quedaron a media reunión. Y salieron exasperados porque no veían avances. Al contrario, aseguran que han surgido discrepancias internas entre los representantes del sector. Unos están dispuestos a aceptar las propuestas que les ha presentado la conselleira do Mar, Rosa Quintana, pero «o problema é que hai algúns que non aceptan ningún tipo de control, e iso non pode ser», explicó uno de los patrones mayores que acudieron a la cita. La división ha sido tan patente entre los naseiros que la conselleira les ha ofrecido dejarles solos un tiempo hasta que se pusieran de acuerdo.

Ha quedado claro que la Xunta no está dispuesta a ceder en la obligación de que las nasas tengan que llevar unos precintos identificativos que impidan que los pescadores calen unas ilegales y, al tiempo, facilitar el trabajo a los agentes del Servizo de Gardacostas de Galicia.

Podría aceptar incrementar el número de nasas por barco, que el decreto de artes y aparejos limita a 550 en el caso de los barcos de mayor eslora.

En este sentido, fuentes próximas a la Federación Galega de Confrarías explicaron que se ha planteado la posibilidad de modificar ese decreto y determinar el número de nasas que puede llevar cada barco en función del número de tripulantes, y no, como hasta ahora, por eslora y tipo de embarcación, estableciendo, además, un tope para los de mayor tamaño.

Una discriminación

Pero lo que está enrocando la negociación es el régimen de calado de las nasas. Puertos como Ribeira o Bueu rechazan tener que retirar las nasas los fines de semana «mentras o veciño as deixa no mar». Consideran que es una auténtica discriminación que no se debe consentir.

Desde el sector se insiste en que lo que quieren es una solución que les permita regresar al mar este mismo lunes.

Por ahora, en estos cuatro días en los que ha habido subastas, solo se comercializó pulpo en las lonjas de Lugo, cantidades meramente testimoniales en Laxe y Fisterra, y cerca de una tonelada en O Grove. Esos son, al menos, los datos que la Xunta ha facilitado en su plataforma tecnológica.

Derecho a manifestarse

La Federación Galega de Confrarías comunicó ayer que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia dictó una sentencia favorable a los naseiros de pulpo, que habían presentado un recurso contra la decisión de la Subdelegación del Gobierno de anular la autorización para realizar concentraciones ante la sede de la Xunta por los incidentes ocurridos el lunes, cuando la policía cargó y los manifestantes arrojasen petardos, cartelería y diversos objetos al edificio de San Caetano y se enfrentasen a los antidisturbios.

«A manifestación realizada o luns polos profesionais do polbo ante o edificio administrativo de San Caetano foi unha concentración pacífica, sendo desproporcionada a carga policial que se efectuou contra esta xente, que mostraba o seu dereito constitucional a protestar e contaba con permisos para facelo», señalan los pósitos en un comunicado.

Desde la federación, «interpretamos a sentencia como que a actitude dos manifestantes foi pacífica, xa que non se mostraron, por parte da autoridade gobernativa, razóns fundadas que indiquen o contrario nin unha xustificación da imposibilidade de adoptar as medidas preventivas que foran necesarias».

Mientras, la Subdelegación del Gobierno en A Coruña defendió su decisión de suspender estas concentraciones, aunque dijo «respetar» la decisión del Tribunal Superior que reconoce el derecho del sector a manifestarse.