El «fracking», una técnica diferente para extraer más gas natural

J. Á. Fariñas

ECONOMÍA

26 may 2013 . Actualizado a las 15:33 h.

Los combustibles fósiles, ese gran filón del que se nutren las energías no renovables que mueven el mundo moderno, en unos casos en forma de petróleo y otros en forma de gas natural, se han puesto mas accesibles gracias a las nuevas tecnologías de unos años a esta parte.

La gran revolución silenciosa del sector comenzó hace poco más de una década con la técnica del fracking o fractura hidráulica para la extracción del shale gas (gas pizarra o gas esquisto), atrapado en materiales arcillosos entre los 400 y los 5.000 metros de profundidad; lo que le diferencia del gas convencional, que se encuentra en bolsas subterráneas.

Para extraerlo es necesario perforar un pozo en forma de «L», primero verticalmente, hasta llegar a la capa de pizarra y luego de forma horizontal, realizando pequeñas explosiones controladas que provocan fracturas en las rocas. Es entonces cuando se inyectan entre 10.000 y 30.000 metros cúbicos de agua, arena y aditivos químicos a altísima presión para romper aún más las rocas y así liberar el gas que sube a la superficie, junto al agua y los residuos químicos, donde se separan y se recupera el hidrocarburo.

Los compromisos de las empresas del sector, de extremar las precauciones para evitar accidentes, en muchos casos no han sido suficientes para conjurar los recelos que suscita el riesgo de contaminación de acuíferos o de filtraciones de gas metano a esos mismos acuíferos o a las aguas residuales y la acentuación de movimientos sísmicos.

Investigadores de la Universidad de Pittsburg (Pensilvania) -el lugar del mundo donde se concentra el mayor número de extracciones por el sistema del fracking- ha elaborado una revisión de las últimas pruebas científicas sobre la materia.

Los resultados publicados por el presidente del Departamento de Ingeniería Civil y Medioambiental de la citada universidad, Radissav Vidic, en el último número de la revista Science, confirman que«la extracción de gas no convencional es una actividad industrial similar a otras como la extracción del petróleo, en términos de salud y seguridad ambiental y de seguridad para los trabajadores, así como en términos de impacto medioambiental».

Sobre la posible contaminación directa de acuíferos, el estudio admite que solo se ha documentado un caso de contaminación directa de aguas subterráneas por fracking, pero precisa que no se ha podido realizar una investigación de calidad. En cuanto a la inoculación de acuíferos por metano, el estudio explica que, aunque este gas no se disuelve en el agua y, por tanto, no presenta problemas de intoxicación, su acumulación puede producir explosiones.