Claves para entender Pescanova

ECONOMÍA

Oscar Vazquez

Los problemas están en el balance del grupo, sobre todo en su elevado nivel de endeudamiento y en la debilidad del capital propio

24 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

En lo que tiene que ver con la actividad, la producción, las ventas, el empleo, los resultados y la rentabilidad el grupo Pescanova tiene una buena situación. Los problemas de la empresa están en el balance del grupo, fundamentalmente en su elevado nivel de endeudamiento y en la debilidad del capital propio de la empresa.

Un crecimiento sostenido de la cifra de negocio

La facturación del grupo Pescanova ha crecido de forma muy importante en la última década y sigue creciendo incluso después de la crisis en el 2008. El grupo pasó de unas ventas de 933 millones de euros en el 2004 a superar los 1.671 millones de euros en el 2011, lo que equivale a un incremento del 80 % en la facturación en siete años.

Un beneficio elevado y creciente

Este nivel de actividad y de facturación se traslada también a una senda positiva y creciente en los resultados. En el año 2004 el Ebitda, los resultados antes de amortizaciones, intereses e impuestos, que mide la capacidad de una empresa para generar recursos, fue de 65,2 millones de euros y siete años después alcanzó los 183,5 millones, el mayor de la historia de la compañía. Esto equivale a un incremento nominal del 281 % en ese período de siete años o, dicho de otra forma, es una empresa capaz de multiplicar casi por tres veces su resultado bruto.

Confusión y endeudamiento

A día de hoy existen enormes dudas sobre cuál es el nivel real de endeudamiento del grupo y de hecho está abierto un procedimiento de revisión y conciliación de cuentas, según las propias palabras de la dirección, que elevará de forma sensible el nivel de apalancamiento reconocido en las cuentas oficiales. Aun así, y con las cifras reflejadas en las cuentas del 2011 -porque las del 2012 están sin presentar-, el nivel de endeudamiento es sin duda muy elevado. A 31 de diciembre del 2011 el grupo Pescanova debe 1.750 millones de euros en total, esto es, sumando la deuda bancaria, la comercial y de otro tipo, tanto en el corto plazo como en largo plazo.

Un arriesgado proceso de apalancamiento

La deuda no ha dejado de crecer, pasando de 700 millones en el 2004 a esos 1.750 millones del 2011, un incremento del 250 % en siete años con una cifra total de mayor endeudamiento de más de 1.000 millones de euros. El origen de este elevado proceso de apalancamiento es la necesidad de financiar un intenso proceso de expansión de la empresa, tanto en inversiones como en circulante. El activo no corriente, el inmovilizado, aumentó en términos netos en 636 millones de euros y el activo corriente, los activos vinculados al ciclo de negocio, lo hizo en 684 millones de euros. Para financiar estos 1.320 millones de euros la compañía apenas aportó fondos propios, solo 270 millones, lo que la obligó a recurrir a la financiación ajena, al endeudamiento, por un total de 1.050 millones.

Atrapada en la especulación financiera

Este es el origen fundamental del problema financiero del grupo Pescanova: financiar un intenso proceso de expansión empresarial, de inversiones y de negocio, de activo fijo y de circulante, con pocos recursos propios y por lo tanto endeudándose en aquel período de elevada liquidez bancaria. Las restricciones en el crédito bancario provocadas por la crisis económica y del propio sistema financiero español así como las dificultades de algunas de las entidades financieras que más prestaban al grupo han supuesto un cambio de escenario que está provocando enormes dificultades de refinanciación de la deuda a su vencimiento, lo que ha llevado al grupo al preconcurso de acreedores.

Los problemas entre los accionistas

El otro foco de inestabilidad de la compañía es la reducida capacidad de control del núcleo de accionistas de referencia del grupo. Pescanova ha ido perdiendo en la última década los principales accionistas de referencia, tanto industrial, en el caso de ICS Holding, como financiero con Caixagalicia. El resultado es un consejo de administración que controla un porcentaje reducido de las acciones y, lo que es todavía peor, con problemas de entendimiento y de acuerdo entre ellos.

El problema de la reputación

Hay por lo tanto un problema en la propiedad del grupo, que genera inestabilidad y debilidad en la compañía. A estos problemas patrimoniales, de núcleo de accionistas y de elevado apalancamiento se ha unido en estos días uno muy grave porque afecta a la credibilidad y a la reputación de la empresa: la confusión sobre el nivel real de deuda y las posibles irregularidades en la venta de las acciones, que ha llevado a la suspensión de su cotización por la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Síntesis final

En síntesis, los problemas del grupo no están en las fábricas, ni en los procesos de producción, ni en el empleo, sino en el consejo de administración y en las entidades prestamistas. Y por lo tanto la solución a estos problemas pasan por actuar aquí, en la capitalización de la sociedad, en la estabilidad de su núcleo de accionistas de referencia, en la refinanciación del crédito y no desde luego en la actividad, en la producción ni en el empleo.