Nuevas tasas podrían acelerar el cierre de la central de As Pontes

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Endesa revisará su plan de inversiones debido a la caída de ingresos

19 nov 2012 . Actualizado a las 10:27 h.

El incremento de la presión fiscal sobre las empresas eléctricas, con la creación de un nuevo impuesto a la generación del 6 %, acordado por el Ministerio de Industria, podría tener efectos sobre el parque de centrales eléctricas de España dado que muchas podrían cerrar antes de tiempo. Las eléctricas tendrán que rascarse el bolsillo a costa de sus ganancias y esta situación podría frenar proyectos para modernizar instalaciones, como la central de carbón de As Pontes, el buque insignia de Endesa en Galicia.

El consejero delegado de Endesa, Andrea Brentan, ya avanzó hace unos días que revisará a la baja su plan de inversiones en España. Y es que ya de enero a septiembre, la eléctrica ganó un 16 % menos debido, principalmente, a la menor retribución de actividades reguladas en España fruto de las reformas emprendidas por el Gobierno para eliminar el déficit de tarifa y cuyo impacto en sus cuentas cifra en 396 millones de euros anuales. La compañía advierte de que los nuevos impuestos planteados por el Gobierno para que en el 2013 se deje de generar déficit supondrían para la compañía 800 millones adicionales. Esa cifra toca de lleno a la mitad de los beneficios netos anuales de la eléctrica.

Las cuentas no salen y, en estos momentos, la empresa deshoja la margarita sobre el futuro de la central de As Pontes. En cuestión de un año deberá decidir si readapta la instalación térmica a una nueva directiva europea sobre emisiones contaminantes, que obligará a reducir a la mitad la generación de dióxido de azufre a la atmósfera a partir del 2016.

Si lo hace, deberá invertir 300 millones de euros en los cuatro grupos con los que cuenta la central para reducir emisiones de azufre, también de partículas y de gases nitrosos, y seguir funcionando dentro de la estricta legalidad ambiental.

Pero si las cuentas no le salen por el recorte de beneficios y de rentabilidad, Endesa podría decidir no invertir ni un euro más en modernizar la instalación. ¿Qué pasaría entonces? Pues que a partir del 2016 solo podría funcionar otras 17.500 horas más -habitualmente, la central rinde en torno a 5.000 horas anuales-, esto es, tres años y medio. Es decir, que Endesa debería cerrar la planta de As Pontes en el 2020 a más tardar.

Meirama

En la misma encrucijada se encuentra Gas Natural-Fenosa, que cuenta con una central de carbón en Meirama. Fuentes de la empresa explicaron que se está analizando el impacto de la directiva europea de emisiones industriales, pero aún no se ha tomado ninguna decisión sobre la manera en la que adaptará su parque de generación. Gas Natural-Fenosa no ha cuantificado cuánto costaría readaptar la caldera para reducir emisiones.

Una y otra central fueron sometidas recientemente a unas obras complejas de transformación para hacer que las calderas de combustión pudiesen quemar hulla de importación al 100 % y cerrar así las minas locales de lignito pardo. Este cambio de combustión fue consecuencia también de una directiva europea sobre emisiones para reducir dióxido de azufre (SO2) y anhídrido carbónico (CO2).

El consejero delegado de Endesa propone que, para evitar que el impacto de los nuevos impuestos sobre las eléctricas convencionales sea «insostenible», las nuevas tasas sean temporales y que se establezcan mecanismos que aseguren que la recaudación se destinará en su totalidad a acabar con el déficit de tarifa.

El 6 %, para Hacienda

El Gobierno aprobó en septiembre aplicar media docena de impuestos a las compañías de generación eléctrica que usan todo tipo de tecnologías, con el propósito de recaudar unos 2.700 millones anuales y reducir a cero el déficit de tarifa en el 2013. A partir del 1 de enero se establecerá un gravamen único del 6 %, calculado sobre la cifra que facturan las empresas, lo que incluye las primas a las renovables. Pero la batería de tributos afecta adicionalmente a las gasistas mediante el céntimo verde; a las nucleares a través de los residuos y el almacenamiento; a las centrales hidráulicas por el uso que hacen de los recursos hídricos; y a las renovables, en las que se penalizan los combustibles fósiles.