Exconsejeros culpan del agujero en Bankia a la consultora Deloitte

madrid / efe

ECONOMÍA

08 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Los dos exconsejeros de BFA, la matriz de Bankia, que ayer acudieron a declarar a la Audiencia Nacional coincidieron en culpar a la auditora del grupo, Deloitte, de no detectar el agujero del Banco de Valencia y de generar las pérdidas con sus cambios de criterio.

Según fuentes jurídicas, tanto Estanislao Rodríguez-Ponga (ex secretario de Estado de Hacienda y exvicepresidente de Caja Madrid) como el socialista José María de la Riva afirmaron además que el equipo directivo de la entidad, presidida hasta mayo por Rodrigo Rato, no les informó de que el Banco de España y Deloitte pusieran objeciones a las cuentas.

De la Riva llegó a dudar de que los gestores del grupo conocieran esas advertencias al sostener que profesionales como ellos no hubieran dejado pasar inadvertidos avisos de ese tipo. Además, consideró que, si es verdad que hubo una reiteración de avisos, el Banco de España debería haber remitido directamente a los consejeros los requerimientos, que en teoría iban dirigidos directamente al presidente Rodrigo Rato y al equipo directivo.

Tanto este ex secretario de Estado de Hacienda como el político socialista insistieron en que los cambios en las exigencias de solvencia y las modificaciones de criterio de Deloitte fueron las que obligaron al grupo a realizar importantes provisiones y a pedir 19.000 millones de euros de ayuda pública en mayo.

De hecho, explicaron que el grupo se vio muy limitado por los cuatro cambios de normativa impulsados por el Ministerio de Economía del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y el Gobierno de Mariano Rajoy, que adelantaron en España el calendario impuesto a la banca europea para mejorar su solvencia y exigieron fuertes provisiones de la cartera inmobiliaria.

No obstante, las mayores críticas se dirigieron hacia la labor de Deloitte (actual auditora también de Novagalicia Banco), de cuyas objeciones a las cuentas de 2011 se enteraron en la reunión del 9 de mayo, en la que Rodrigo Rato dimitió y fue sustituido por José Ignacio Goirigolzarri. Los dos comparecientes sostuvieron que no compartían los criterios de la auditora, que consideraban demasiados conservadores en lo que se refiere al deterioro de los activos inmobiliarios.

El crac en Banco de Valencia

De la Riva explicó que, en la formulación de cuentas de marzo, se les explicó que Deloitte había retrasado su informe de auditoría por la complejidad de la fusión de las cajas. El político socialista también reprobó que Deloitte no detectó el agujero en el Banco de Valencia, perteneciente a Bancaja, pese a que esa firma auditó a las siete entidades que participaron en la fusión.

Para alguna de las acusaciones, las declaraciones de los exconsejeros que han comparecido esta semana en la Audiencia Nacional demuestran que hubo una clara «ocultación» del agujero contable, aunque otras fuentes jurídicas añaden que aún está por aclarar si Rato tenía conocimiento y obligación de hacer llegar los avisos al consejo de administración.

Sobre la explicación que recibieron de Rodrigo Rato cuando este anunció su dimisión, De la Riva respondió que aludió a «discrepancias» con el ministro de Economía, Luis de Guindos, que le hicieron plantearse si era la persona más adecuada para permanecer al frente de la entidad.